Los ministros de sanidad africanos aprueban la PEN-PLUS para frenar la crisis de enfermedades crónicas

Esta nueva estrategia sanitaria ya ha demostrado resultados prometedores en Liberia, Malawi y Ruanda.

Los ministros de sanidad reunidos en la 72.ª Sesión del Comité Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para África, celebrada en Lomé (Togo), ante el aumento de la carga de las enfermedades cardiovasculares, los trastornos mentales y neurológicos y la diabetes en la región, han adoptado hoy una nueva estrategia regional para tratar tempranamente las enfermedades no transmisibles graves en los centros sanitarios de referencia de primer nivel.

Estas afecciones crónicas provocan altos niveles de discapacidad y muerte entre los niños, adolescentes y adultos jóvenes si no se diagnostican o no se tratan. En los peores casos, los pacientes no viven más de un año después del diagnóstico.

«África se enfrenta a una carga cada vez mayor de enfermedades crónicas cuyas formas graves están costando vidas preciosas que podrían salvarse con un diagnóstico y una atención tempranos», ha dicho el Dr. Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África. «La estrategia adoptada hoy es fundamental para poner una atención eficaz al alcance de los pacientes y supone un paso importante para mejorar la salud y el bienestar de millones de personas en la región».

En África, las enfermedades no transmisibles graves más prevalentes son la anemia de células falciformes, la diabetes de tipo 1 y la diabetes de tipo 2 dependiente de la insulina, la cardiopatía reumática, la cardiomiopatía, la hipertensión grave y el asma de moderada a grave y persistente.

En la mayor parte del continente estas patologías se tratan en centros de salud terciarios que se encuentran en las grandes ciudades, sobre todo, lo que agrava las desigualdades sanitarias ya que la atención fuera del alcance de pacientes rurales, periurbanos y de bajos ingresos.

Con la estrategia adoptada hoy, los países deberán instituir programas estandarizados para hacer frente a las enfermedades crónicas y graves no transmisibles, garantizando que los medicamentos, las tecnologías y los diagnósticos esenciales estén disponibles y sean accesibles en los hospitales de distrito. Según una encuesta de la OMS de 2019, solo el 36% de los países de la región africana declararon tener medicamentos esenciales para las enfermedades no transmisibles en los hospitales públicos.

Los gobiernos igualmente deben reforzar los protocolos de prevención, atención y tratamiento reforzando y formando al personal sanitario. Esta estrategia ya ha mostrado resultados prometedores en Liberia, Malawi y Ruanda, con un aumento significativo del número de pacientes que acceden al tratamiento de enfermedades no transmisibles graves y, una mejora concomitante de los resultados de estos pacientes.

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