Amarillo, verde, naranja o rojo: lo que nos dice sobre nuestra salud el color de la orina

Muchos alimentos o fármacos pueden teñir la orina de distintos tonos.

Nuestro cuerpo produce constantemente diversas excreciones y fluidos con muy diferente naturaleza y función. Y aunque nuestras culturas les han otorgado un cierto estatus de tabú, es importante prestarles atención y observarlas: ya que características de estos subproductos como su color pueden proporcionarnos información muy valiosa sobre nuestro estado de salud.

Orina transparente, amarilla o ámbar

Según explica la prestigiosa clínica Mayo estadounidense, el color normal de la orina oscila entre el transparente hasta el ámbar oscuro, pasando por diversos tonos de amarillo. Esto no significa necesariamente que otros colores sean siempre síntoma de un problema: pueden deberse, simplemente, a los pigmentos presentes en los alimentos o medicamentos que ingerimos.

Aun así, si no existe ninguna causa benigna evidente para un color anormal de la orina, o si este aparece de manera recurrente, siempre es conveniente consultar a un profesional para que pueda identificar la causa y, si procede, tratarla.

Orina rosada o roja

La orina roja puede resultar muy alarmante, pero como hemos mencionado no necesariamente es signo de un problema grave. Algunos de los factores que pueden propiciarla incluyen los pigmentos presentes en alimentos como la remolacha, las moras o el ruibarbo o medicamentos como la rifampicina (un antibiótico) o la fenazopiridina (que se emplea para tratar malestares urinarios).

No obstante, la orina roja también puede estar motivada por la presencia de sangre (una condición conocida como hematuria), que sí que puede ser síntoma de una condición de fondo. Por ello, si no hemos ingerido algún alimento fuertemente pigmentado o ningún medicamento inusual, la orina roja debe ser motivo de consulta médica.

Orina naranja

De nuevo, el motivo más frecuente por el que la orina se torna anaranjada es el consumo de alimentos pigmentados o de ciertos medicamentos como los ya mencionados. Menos comúnmente, sin embargo, puede indicar un problema hepático o biliar (en cuyo caso las heces suelen tornarse también de un color más claro) o incluso puede ser signo de deshidratación, ya que aumenta la concentración de la orina.

Orina azulada o verdosa

Quizás las coloraciones más inusuales en la orina son las que entran en la gama entre el verde y el azul. Este fenómeno responde casi siempre a la presencia de algunos colorantes alimentarios, de medicamentos (amitriptilina, indometacina o propofol) o de tintes usados con fines médicos, por lo que no debe suponer una gran preocupación.

La excepción a esto es cuando aparece en recién nacidos, en los que puede ser síntoma de un trastorno hereditario llamado hipercalcemia hereditaria benigna, o cuando hay otras molestias del tracto urinario (en cuyo caso puede ser síntoma de infección por bacterias Pseudomonas).

Orina marrón

Como ocurre con las otras coloraciones descritas, la orina marrón puede deberse a ciertos alimentos o medicamentos. Más raramente, se produce por afecciones renales o hepáticas o por lesiones musculares causadas por el ejercicio extremo. Por ello, si el signo es persistente, no hay una causa evidente o se acompaña de otras molestias, conviene visitar a un especialista.

Orina opaca o turbia

Según la clínica Mayo, las infecciones de las vías urinarias y los cálculos renales pueden provocar que la orina se torne opaca o turbia.

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