Crece el número de contagios por conjuntivitis en la ciudad de Malabo

Este mes de noviembre está siendo caracterizado por una gran marea de “Apolo”, que está transmitiéndose con facilidad entre los ciudadanos, generando bajas en los entornos laborales y estudiantiles.

La conjuntivitis, comúnmente conocida en nuestra sociedad como “Apolo”, es una enfermedad de inflamación o infección de la membrana externa del globo ocular y el parpado interno, provocada por alergias o una infección bacteriana o viral. ¿Cómo se contagia, cómo nos podemos proteger de ella? Son preguntas que se hacen los ciudadanos.

Entre la población, hay quienes señalan al cambio de estación como uno de los principales motores que están favoreciendo el aumento de casos de esta enfermedad y su extensión en muchas partes de la isla, particularmente en la capital. Noviembre se considera uno de los meses en los que inicia la temporada de calor y, con la entrada del calor, el polvo se hace más notorio, causando por desgracia alergias, problemas de salud, etc.

La sanitaria Raquel Mangue ratifica el alto porcentaje de contagios que puede provocar esta enfermedad. Aunque no se puede generalizar, ya que existen casos diferentes, en las calles de Malabo ha aumentado el número de personas que esconden sus ojos tras los cristales oscuros de las gafas. El enrojecimiento de los ojos, la picazón, los ojos llorosos e incluso las secreciones o costras alrededor de los ojos, la hinchazón de párpados y la fuerte sensibilidad a la luz son algunos de los síntomas de que una persona podría estar padeciendo la enfermedad que puede afectar a uno o ambos ojos, pero para confirmarlo es importante acudir al médico para que certifique que se trata de la enfermedad ya que existen afecciones oculares con síntomas similares a la conjuntivitis.

A pesar de ser altamente contagiosa, expertos aseguran que se puede prevenir; aunque esto no sea sinónimo de que no puedas llegar a desarrollar la enfermedad eso sí, se podría dar en menor medida. Si tiene conjuntivitis, pero no presenta fiebre ni otros síntomas, es posible que se le permita ir al trabajo o la escuela si cuenta con la autorización de su médico. Sin embargo, si aún tiene síntomas y sus actividades laborales o escolares involucran un contacto cercano con otras personas, no debe ir.

Dependiendo de tipo de caso de “Apolo” los contagios entre las personas se pueden producir antes y en cuanto aparezcan los síntomas, mientras tengamos las secreciones en los ojos o hasta 24 horas después de que se inicie el tratamiento antibiótico. Como remedios caseros nos pueden servir las compresas tibias y frías sobre los ojos para aliviar las molestias, la limpieza cuidadosa de los bordes del o los ojos infectados con agua tibia y gasas o algodón.

Existen casos en los que la enfermedad se mantiene hasta dos semanas después de los síntomas, pero cuando se ha tratado, y dependiendo del caso a los 2 o 3 días del tratamiento se pueden empezar a notar mejorías. Los médicos aconsejan acudir al médico en caso de cualquier complicación.

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