Cuatro países africanos retiran el jarabe para la tos infantil Benylin por temor a su toxicidad

El Organismo de control de medicamentos encuentra altos niveles de un disolvente venenoso relacionado con decenas de muertes en un lote de este fármaco infantil.

Después de que un Organismo de control de medicamentos encontrara altos niveles de un disolvente tóxico relacionado con decenas de muertes por intoxicación, al menos cuatro países africanos han retirado el jarabe para la tos infantil, conocido por Benylin. El pasado fin de semana, Ruanda se unió a Nigeria, Kenia y Sudáfrica quienes ya han retirado del mercado este jarabe fabricado por la farmacéutica, Johnson and Johnson ( J&J) el cual había sido exportado a un total de seis países africanos.

Las pruebas de laboratorio realizadas la semana pasada por el regulador sanitario de Nigeria informaron niveles elevados de dietilenglicol, que se ha relacionado con la muerte de decenas de niños en Gambia, Uzbekistán y Camerún desde 2022. Esas muertes se remontan a diferentes jarabes para la tos fabricados en India e Indonesia. El lote retirado de Benylin se fabricó en mayo de 2021. El año pasado, J&J escindió su división de salud del consumidor, incluida la fábrica de Ciudad del Cabo que produce Benylin, a una empresa separada conocida como Kenvue Inc.

Sudáfrica dijo que también estaba retirando del mercado un segundo lote de este medicamento transparente, de color rojo brillante y con sabor a frambuesa. No se han reportado muertes ni heridos relacionados con el lote de Benylin. El lote retirado del mercado se fabricó en Sudáfrica y también se distribuyó en Eswatini (Suazilandia), Ruanda, Kenia, Tanzania y Nigeria.

J&J remitió sus consultas sobre Benylin a Kenvue.

Kenvue, con sede en Skillman, Nueva Jersey, dijo: «nos tomamos este asunto muy en serio y estamos actuando con urgencia para realizar una evaluación exhaustiva de la seguridad y la calidad», y una portavoz dijo a los medios que el producto en particular, Benylin Pediatric Syrup, y su formulación no se vendían en el Reino Unido.

La compañía aseguró que estaba trabajando con el Organismo de control de medicamentos de Nigeria «para comprender más, mientras realizamos nuestra propia evaluación incluida la verificación de la autenticidad del producto muestreado, la metodología de prueba utilizada y los resultados informados por la agencia». Añade un comunicado de la misma compañía afirmando que están «trabajando con las autoridades sanitarias para determinar el curso de acción adecuado». Sin embargo, avanzó que los lotes (329304 y 329303) retirados del mercado, ambos expiran en abril de 2024.

No se han reportado problemas de salud para ninguno de los lotes, según su base de datos de seguridad global. Sudáfrica dijo que había retirado del mercado los lotes numerados 329304 y 329303 e instó al público a no entrar en pánico, pero dijo que el medicamento estaba siendo retirado de los hospitales, clínicas, tiendas, personal médico y pacientes.

El dietilenglicol (DEG) es tóxico para los humanos y puede resultar letal; sus síntomas incluyen dolor abdominal, vómitos, diarrea, incapacidad para orinar, dolores de cabeza, alteración del estado mental y lesión renal aguda que puede provocar la muerte. El mercado mundial de jarabes para la tos ha sufrido una avalancha de intoxicaciones y se cree que el nuevo lote de Benylin es al menos el noveno ejemplo conocido de disolventes industriales que han aparecido en jarabes para niños en los últimos años.

Estos medicamentos suelen contaminarse cuando el propilenglicol, un compuesto inofensivo utilizado para disolver ingredientes activos, se reemplaza o se mezcla con cualquiera de dos disolventes tóxicos más baratos: dietilenglicol o etilenglicol. Los disolventes tóxicos tienen propiedades químicas similares y pueden introducirse accidentalmente en la cadena de suministro, o incluso mediante adulteración deliberada, porque son más baratos que el propilenglicol.

Durante la pandemia de la Covid-19, el propilenglicol también escaseó y se volvió más caro debido a las interrupciones en la cadena de suministro. Los jarabes contaminados se han relacionado con la muerte de 350 niños pequeños en Indonesia, Uzbekistán, Gambia y Camerún en los últimos dos años. En cada caso, se confirmó o se sospechó de contaminación de los medicamentos con solventes llamados dietilenglicol (DEG) o etilenglicol (EG). Los medicamentos contaminados en Gambia y Uzbekistán estaban vinculados a fabricantes indios y los medicamentos en Indonesia se fabricaban en el país.

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