“Educar en finanzas a los más pequeños es esencial”: Patricia Casado, directora comercial de la plataforma de inversión colectiva de Socios Inversores

Patricia Casado, directora comercial de la plataforma de inversión colectiva de Socios Inversores, reivindica también la necesidad de dar mayor visibilidad a las mujeres inversoras en un sector dominado por hombres

“Educar en finanzas a los más pequeños es esencial”: Patricia Casado, directora comercial de la plataforma de inversión colectiva de Socios Inversores

De programadora a comercial, pasando por varias multinacionales y alguna startup. Patricia Casado descubrió el mundo digital cuando apenas se generalizaba aquello de internet y desde entonces ha trabajado en desarrollo de negocio para la francesa Lyreco, pionera en ecommerce allá por 1998; en el lanzamiento online de Páginas Amarillas; en Infoempleo, en Bodaclick y hasta en los años de bonanza de Gowex. Ahora, Casado dirige el área comercial de la plataforma de inversión colectiva Socios Inversores.

Esta última presume de ser la primera plataforma de equity crowdfunding creada en España. La fundó el emprendedor madrileño Javier Villaseca en 2011 sin saber que estaba poniendo la primera pica en el Flandes de las fintech. Consciente de la poca presencia femenina en el sector, la experta creó en 2018 la iniciativa #SoyInversora, cuya misión es reunir y dar visibilidad a mujeres relevantes del mundo de la inversión. La entrevistamos a propósito del cuarto encuentro de esta iniciativa.

¿Cómo fueron los comienzos de Socios Inversores?

Es la primera plataforma digital creada en España para poner en contacto a inversores que buscan rentabilidad con empresarios que quieren financiación. Cuando nació, el concepto fintech ni siquiera existía, y la ley que regula el equity crowdfunding se creó cuatro años después, en 2015. A diferencia de las gestoras tradicionales, nosotros no asesoramos en qué invertir sino que somos un punto de encuentro entre el emprendedor y el inversor, a quien facilitamos información para que tome su decisión.

¿Quién puede invertir?

Cualquiera. Por ley tenemos que diferenciar entre inversor acreditado y no acreditado. Estos últimos están más protegidos, en el sentido de que la cantidad de dinero que pueden invertir es menor, ya que se supone que su nivel de conocimiento del mundo de la inversión es menor. Nosotros fomentamos la formación financiera para incentivar que los inversores estén formados e informados.

¿Se debería hacer hincapié en la educación financiera en la escuela?

Sin duda. Hay que inculcar estos conocimientos desde pequeños. Para poder tomar decisiones necesitas tener conocimientos básicos y eso al final es cultura de país. Una cultura financiera más fuerte habría ayudado a afrontar la crisis [de 2008] y habría afectado de forma diferente a muchas personas. Cualquiera debe ser capaz de interpretar sus finanzas y saber cómo llevar sus cuentas.

¿Cuál es el balance de inversores acreditados y no acreditados en su plataforma?

De los más de 35.000 inversores registrados en la plataforma (no todos activos), un 30% son acreditados. El perfil medio es un directivo de una multinacional, con poder adquisitivo medio-alto, que toma participación en negocios relacionados con su experiencia profesional. Invierte en lo que entiende. Normalmente, predefine un presupuesto a dos o tres años y fija preferencias de inversión por sector, zona geográfica, rango de capital… El tique más pequeño son 500 euros y el más habitual, 1.000. A través del portal se han movido alrededor de 25 millones de euros y se han financiado más de 130 empresas.

¿Qué tipo de proyectos se presentan?

Cuando arrancamos, la mayoría eran iniciativas en fase semilla, pero ahora es más común que vengan empresas con una cierta trayectoria. Ha habido una profesionalización de los equipos promotores y también de los inversores. En cuanto a sectores, hace tres años fue el boom del ecommerce y ahora lo está siendo de la movilidad y de la inteligencia artificial.

¿Cómo procesáis los proyectos?

Facilitamos los documentos para que el inversor decida: escrituras, estatutos, pacto de socios y cualquier otro documento de constitución de la empresa, plan de negocio y viabilidad, previsiones a futuro, otros acuerdos y alianzas, perfil del equipo promotor… También analizamos la propuesta de inversión, cuánto capital requieren y qué porcentaje de la empresa ofrecen a cambio.

¿Cuál es su rentabilidad?

Llevamos ocho años y es pronto para decirlo. Hemos tenido operaciones de salida donde los inversores han tenido buenas rentabilidades y también alguna empresa que ha quebrado. Vamos al ritmo del mercado.

¿Y cómo es el mercado fintech español?

Queda mucho por hacer. Se está abriendo a la tecnología y las telecomunicaciones como nunca antes: Zuckerberg propone hacer transferencias por WhatsApp, Amazon quiere entrar en productos como hipotecas, África lidera el mercado de pagos móviles… Hay muchos posibles productos por crearse. Desde nuestro grupo matriz, Sego Finance, desarrollamos diferentes aplicaciones. Por ejemplo, Emprestamo.com pone en contacto a empresas que necesitan financiación con inversores privados, en un sistema de factoring colectivo en el que todas las operaciones están cubiertas por una aseguradora multinacional.

¿Y el ecosistema equity crowdfunding?

Está en un momento apasionante, en plena y constante evolución y desarrollo. Ha crecido muy rápidamente desde que salió la ley que regula el mercado [Ley 5/2015, de 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial]. Para el desarrollo de este entorno, la evolución natural es ampliar los beneficios fiscales para los inversores, que están ayudando a crear empleo y a mover la economía. Es una asignatura pendiente.

¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de la financiación participativa?

Es un producto de riesgo para usuarios que quieren y se permiten tomar decisiones. Tiene el atractivo de los grandes múltiplos y de una potencial rentabilidad mayor que otros productos. Complementa y equilibra una cartera de inversión, pero no debe ser lo principal en ella ni decidirse a la ligera. Una de las cosas que más repiten los inversores, especialmente las mujeres, es que invierten porque aprenden muchísimo. El análisis que realizan en el proceso es lo que más disfrutan, porque aporta muchísimo bagaje.

Hablando de mujeres inversoras, ¿por qué creó #SoyInversora?

Quería crear una red para conectar a las profesionales del mundo financiero, pero, sobre todo, para visibilizar referentes femeninos en el sector. El movimiento lleva activo menos de un año y ya hay más de 300 inversoras inscritas en los encuentros que realizamos. En cada uno otorgamos una distinción de honor a alguien relevante para darle visibilidad. Es esencial difundir estas figuras y fomentar su aparición en medios, en mesas redondas, etcétera. Que se hable de ellas para inspirar y animar a otras mujeres a seguir su ejemplo.

¿Qué destacaría de la iniciativa hasta el momento?

El recibimiento tan cálido ha sido una muestra de la necesidad que existía de ponerla en marcha. Es importante decir que vienen también muchos hombres. Necesitamos equipos mixtos porque la diversidad beneficia a todos, incluido el negocio. El ratio debe andar en torno al 90% de hombres inversores. La cifra de inversoras va al alza, pero necesitamos más educación y divulgación financiera. Que ocupen el lugar que merecen.

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