Saúl Coco y Jordan Gutiérrez han recibido la llamada de su selección para jugar los próximos compromisos internacionales. Pese a su juventud, los canteranos pericos, que actualmente comparten equipo en el Horta, están preparados para afrontar este nuevo reto. El experico Juvenal Edjogo, también guineano, ha trabajado activamente como director deportivo de la selección africana, lo que permite a jugadores de su país que tengan más oportunidades de poder jugar con su selección. Desde La Grada hemos querido contactar con ellos para conocer de primera mano sus sensaciones y sus experiencias al debutar en un partido oficial para la clasificación de la Copa de África, encuentro en que la selección guineana perdió contra Senegal por cero a uno. Esta semana acaban de hacer historia con Guinea Ecuatorial, ya que su triunfo ante Sudán (1-4) es el primero que logra su selección a domicilio.
Están sin palabras
Desde el primer minuto las experiencias fueron muy gratificantes, veteranos de la competición española y gente con muchos minutos en ligas importantes, como Akapo, el exmallorquinista Nsue, o el jugador del West Ham Pedro Obiang los apoyaron desde el primer momento. “Es una motivación extra el apoyo de los compañeros y de figuras tan importantes del deporte guineano como Bodipo, que es un referente en el país”, explican los jugadores. Narran la experiencia como “algo que no se puede describir”; representar a su país es un orgullo para ellos.
Los jugadores siempre han seguido la actualidad de su selección y explican que desde que Guinea Ecuatorial fue cuarta en la Copa de África de 2015 con los Juvenal, Balboa y compañía, las cosas no han salido tan bien como esperaban. Ahora hay un proyecto donde los jóvenes talentos se mezclan con los veteranos, con el que esperan conseguir mejores resultados. A nivel personal los jugadores están pletóricos: “Vestir la camiseta de una selección nacional con 20 años no es algo que todos puedan contar”, reflexiona Jordan. “Ya no es solo el orgullo de llevar la elástica, también son estas experiencias únicas que te da el mundo del fútbol”, comenta Saúl, recordando el partido amistoso que disputaron en Kenia. En el caso de Jordan ya había disputado partidos con las categorías inferiores de España, pero sabía que jugar en ‘La Roja’ era difícil. Sus padres y sus abuelos estaban especialmente contentos de que vistiera la camiseta de Guinea Ecuatorial; tiene muy buena relación con su familia y está muy orgulloso de sus orígenes, por lo que no le fue difícil decidirse. “Jugar con la selección una fase de clasificación es algo que motiva mucho, ya que te encuentras a futbolistas de talla mundial”, afirma el extremo.
Por su parte Saúl llega a la convocatoria tras recuperarse de una lesión que se produjo en diciembre contra el Europa. Se encuentra bien gracias al trabajo con el fisioterapeuta. “Me va a costar menos volver de lo que esperaba, he estado trabajando mucho para recuperar mi mejor estado”, apunta el jugador, que espera seguir ayudando a sus compañeros al mismo nivel que antes de producirse el golpe.
Debut oficial
Los dos jugadores debutaron oficialmente contra la selección de Senegal: “Encontrarse en el túnel de vestuarios con jugadores de talla mundial como Kouyaté, Mané, Koulibaly… es una sensación diferente”. Los futbolistas destacan la diferencia de verlos en la televisión a jugar contra ellos y comentan la incredulidad que produce ver a un futbolista rival que ha jugado la final de la Champions en el túnel de vestuarios. Aunque destacan que “dentro del terreno de juego te olvidas de quien son, de contra quién estás jugando, estás concentrado en dar lo mejor de tí y en aportar lo mejor para el equipo”.
Buen rollo entre ambos
Ambos comentan la importancia de su compañero: “Es un apoyo brutal, podría decirse que gracias a él estoy en el Horta”, relata el atacante. Son bastantes años juntos en el fútbol base perico y ahora tienen la suerte de compartir equipo en el grupo V de Tercera División. Suelen pasar casi todo el rato juntos, aunque a veces hay piques y enfados porque “no para de molestarme”, explica entre risas Jordan.
En el Horta están muy motivados. El club planteó el objetivo de salvarse y estar tranquilos, pero todo el vestuario está convencido de que hay muy buen equipo. “La forma de jugar teniendo el control de los partidos y siendo protagonistas nos permite ser ambiciosos y seguir luchando por entrar en el play-off de ascenso a Segunda División B, aunque hay ir partido a partido”, afirma el central.
Sobre su vuelta al Espanyol, los canteranos responden que no depende de ellos y que esperan que sus buenas actuaciones en el Horta y en la selección les permitan volver al filial y quién sabe si cumplir su sueños de debutar con el primer equipo. Siguen al Espanyol y están pendientes de la actualidad: “El equipo entró en una mala dinámica, pero ha conseguido salir de ella y queda mucha temporada”. Los canteranos no pierden la ilusión de que el equipo pueda entrar en competición europea.