Ousmane Dembélé (23 años) recibió por fin el alta médica este jueves, en un escueto comunicado ofrecido por el FC Barcelona, poniendo punto y final de forma oficial a un calvario que empezó para él el pasado 3 de febrero cuando se lesionó en un entrenamiento, una vez ya cerrado el mercado invernal de fichajes. El extremo francés sufrió una rotura del tendón del bíceps femoral derecho, del que tuvo que ser operado en Finlandia por el equipo del doctor Lampainen, discípulo aventajado del prestigioso cirujano Sakary Orava. Todo ello después de haberse roto el pasado 27 de noviembre, en un partido de la liguilla de la Champions contra su ex equipo, el Borussia Dortmund. Cuando a principios de enero parecía que encaraba la recta final de su reaparición, con un Quique Setién que llegó a definirle entonces como su “fichaje de invierno”, volvió a romperse y además de extrema gravedad. De hecho, el Barça se reforzó alegando una lesión de larga duración fichando a Martin Braithwaite del Leganés.
Precisamente ayer se cumplieron seis meses exactos de la operación en Finlandia (12 de febrero) tras la rotura en el tendón del bíceps femoral. Ese fue el diagnóstico de tiempo de baja para el extremo francés, que lleva ya más de una semana con el grupo sin notar un retroceso en su recuperación. Quique Setién, quien cree mucho en sus cualidades, fue precavido la pasada semana antes del duelo ante el Nápoles y no quiso forzar a Dembélé pero ahora ya se lo ha llevado a Lisboa. De hecho, incluso se plantea darle minutos mañana ante el Bayern de Múnich. Una gran noticia dado que el extremo francés puede aportar desequilibrio tanto al espacio por su velocidad como en estático por su habilidad con las dos piernas, su buen disparo y su técnica para poner buenos centros. Un auténtico fichaje de Champions League para Setién en el momento más complicado para él.