La Ligue1 ha vivido un escandaloso domingo, con lo ocurrido en el partido que enfrentaba al Niza con el Olympique de Marsella, por la tercera jornada de la Liga francesa. Ultras del equipo local, saltaron al campo de juego y agredieron a jugadores del conjunto visitante, después de que en el minuto 74 fuera impactado por una botella Dimitri Payet y éste respondiera lanzando esa misma botella a la grada. En medio de este desorden, el derbi de la ‘Côte d’Azur’ (Costa Azul) estaba siendo victoria para el Niza por 1-0, pero debió ser suspendido. El Marsella podría perder los puntos por no querer reanudar el partido.
Las imágenes demuestran que se ha hecho todo mal en el Allianz Riviera, el escenario del triste episodio que tiene en vilo a la Ligue1. Vergonzoso ha sido el lanzamiento de botellas y diferentes objetos por parte de la afición local, que volvía en masa a presenciar un partido desde el inicio de la pandemia. Y también es repudiable la respuesta de un Payet que no debió contestar la agresión con más agresión. La actitud de Payet ante la caída de proyectiles tuvo como consecuencia que varios fanáticos invadieran el campo, provocando una gran pelea.
Cierto es que Payet fue intentar llamar la atención del área, pero segundos después no pudo contenerse y devolvió la agresión. Pero la tangana generalizada explotó, con el técnico Jorge Sampaoli siendo uno de los protagonistas. El preparador argentino perdió los nervios y empezó a gritar a todos los rivales que estaban cerca. Varios integrantes de la plantilla del Marsella intentaron calmarlo y alejarlo de la zona de conflicto. De hecho, el propio Payet quiso llevarlo al vestuario.
El árbitro del partido, Benoît Bastien, ha tomado la decisión de detener el partido temporalmente cuando al partido todavía le quedaban 16 minutos. Kasper Dolberg (55′) había marcado el único gol del encuentro para darle la ventaja al equipo local.