A partir de esta ronda de los octavos hasta la final, los equipos saben que cualquier error se paga caro, y de los tantos ya cometidos deben mejorarse, porque el precio a pagar es quedarse eliminados de la competición.
Precisamente, el seleccionador nacional de Guinea Ecuatorial, Juan Michá Obiang ha mantenido una charla ante sus jugadores, cara al significativo encuentro que el Nzalang enfrenta mañana miércoles ante Malí.
La primera buena noticia desde el cuartel del Rayo es que por segunda vez la covid-19 ha pasado por alto el hotel de concentración de la Roja nacional. De acuerdo a las últimas pruebas de test antígeno a toda la expedición de la selección, todos han dado negativo y Michá podrá contar con todos sus jugadores.
El Nzalang se accederá al estadio Omnisport de Limbe con la moral muy alta, con los mismos ánimos que cuando en terreno aniquiló a Sierra Leona para clasificarse a los octavos de final. Esta vez se medirá ante Mali, teniendo en cuenta que Guinea Ecuatorial nunca le ha ganado.
El encuentro se jugará a las 20h y el Nzalang sabe que la afición del pueblo ecuatoguineano está con ellos y esperan una victoria.
Sin duda, en caso de una victoria se espera una gran celebración en las ciudades y pueblos del país cuando el ejecutivo acaba de levantar el toque de queda hasta las 00:00 de la noche.