Manita de oros del rey Caeleb Dressel

El estadounidense cerró el programa de la natación con dos victorias más, en 50 libre y 4x100 estilos, y se marcha de Japón con cinco oros y dos récords mundiales

Manita de oros del rey Dressel

Caeleb Dressel cerró la natación como rey indiscutible de la piscina de Tokio, cumpliendo casi todas las expectativas que se habían depositado sobre sus hombros. Venía a por seis oros y se marcha con cinco colgados del cuello, dos récords mundiales y varios olímpicos. No es Phelps, ni siquiera Mark Spitz, pero no está nada mal. Dominó con mano de hierro las tres pruebas individuales de su agenda -50 y 100 libre y 100 mariposa- y en dos de los tres relevos, pinchando únicamente en el mixto de estilos, donde recibió penúltimo la posta final y terminó quinto.

Su último gran desafío era el sprint puro, los 50 libres. Su fórmula para el éxito es de todos conocida pero la desempeña tan perfectamente que sus rivales son incapaces de desactivarla: edifica todos sus oros en los primeros 15 metros y luego se trata de no estropearlo en los siguientes 35.

Hay dos cosas que las hace mejor que nadie: salir y el subacuático. Esta vez su tiempo de reacción fue ‘average’, nada excepcional, pero su ondulación bajo el agua le desplaza más rápido y más lejos que el resto. Cuando emergió tenía unas décimas de ventaja que son media vida en una prueba de velocidad pura. Sus poderosa frecuencia de brazada hizo el resto.

Su crono, 21”07, es el segundo más rápido de la historia con bañador textil, sólo superado por el poliuretano del 2009. Por supuesto supone un nuevo récord olímpico. El mejor tiempo sin ayudas tecnológicas también es suyo (21”04 en el Mundial de Gwangju’19).

A su estela llegó el gigante francés Florent Manaudou, ya recuperado para la natación después de su interludio en el balonmano. Su enorme talla y envergadura siguen dándole un plus en pruebas tan cortas y se colgó la plata con 21”55, casi medio segundo más tarde que Dressel, lejísimos. El bronce, para el brasileño Bruno Fratus (21”57).

Tras disputar su prueba, Manaudou se quedó a pie de piscina para presenciar la final del 50 libre femenin, prueba en la que competía a su novia, la danesa Pernille Blume, que consiguió la medalla de bronce. Al finalizar, abrazo y beso delante de las cámaras.

En el relevo de estilos Caeleb Dressel rubricó la manita de oros de modo algo inesperado. Estados Unidos no partía como favorito, etiqueta que merecían los británicos, pero no solo venció sino que batió su propio récord mundial, recortándolo en medio segundo y dejándolo en 3’26”78.

Los americanos nadaron muy bien la posta de espalda con Ryan Murphy, se vieron superados en la braza por ese misil imparable que es el británico Adam Peaty, que sacó dos segundos a todo el resto, pero en la mariposa Dressel recuperó la cabeza, que Zach Apple mantuvo en el libre. Gran Bretaña se colgó la plata con récord de Europa (3’27”51) y bronce para Italia (3’29”17).

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