En el orden del día de la 38.ª Sesión del Consejo de Ministros de la Unión Económica de África Central (UEAC) figuraban varios puntos. Entre ellos, la entrada en vigor de la resolución que pretende prohibir la exportación de madera en forma de troncos por parte de los países de la CEMAC a partir del 1 de enero de 2023. Al final de esta reunión de alto nivel, «Todos los textos fueron adoptados, excepto uno, que es la directiva sobre el sector de la madera. Por simples razones. El coste fiscal es enorme. Los ministros de la UEAC han estimado que se necesita un poco de tiempo dada la situación económica que prevalece actualmente en nuestros países (…) es en este contexto que los ministros han estimado, con razón o sin ella, pero creo que con razón, posponer esta decisión a una fecha posterior», explica el profesor Daniel Ona Ondo, presidente de la Comisión de la CEMAC.
Para justificar el componente fiscal esgrimido aquí, añade que: «la entrada en vigor de esta decisión iba a suponer una pérdida de ingresos fiscales de 80.000 millones de francos CFA para Camerún. En Gabón, cuando se tomó esta decisión, se produjeron pérdidas de 75.000 millones. A la vista de las pérdidas sufridas, «se requieren necesariamente medidas de acompañamiento», insiste el presidente de la CEMAC.
El sine die de esta resolución es el segundo aplazamiento que sufre. De hecho, estaba previsto que entrara en vigor el 1 de enero de 2022, pero se pospuso al año siguiente. El año en curso debía servir de período de transición durante el cual se realizarían estudios preliminares sobre la maduración de los proyectos de inversión en la transformación de la madera, seleccionados en el marco de la primera fase del proceso de prohibición de las exportaciones de troncos en la subregión. «De enero a diciembre de 2022, para evitar que el cambio de paradigma sea brutal y ponga en dificultades a las empresas del sector, la Comisión de la CEMAC ha asumido la responsabilidad de acompañar a los Estados para facilitar dicho cambio. Con el apoyo del BAfD, financiará la preparación de estudios de viabilidad sobre los 28 proyectos identificados, con el fin de evaluar su madurez. Está previsto un sistema fiscal forestal regional armonizado, así como la evaluación de las medidas de apoyo a las empresas», detalló Duval Antoine Dembi, según recoge el diario digital Investir au Cameroun. Cabe recordar que, para la primera fase de esta decisión, se han identificado dos zonas económicas especiales (ZEE) en cada país para la instalación de industrias madereras de primera, segunda y tercera transformación y dos plantaciones forestales.
Una salida para Camerún
Este aplazamiento podría ser una ventaja para Camerún. De este modo, el país puede aprovechar para perfeccionar y desarrollar su industria local de transformación de la madera. Este es también el objetivo que persigue la prohibición de la exportación de madera en forma de troncos. Según las estadísticas facilitadas por el Ministerio de Silvicultura y Fauna Silvestre, «hay unas 227 unidades de procesamiento de madera en funcionamiento en todo el país. Entre ellos, 205 (o el 90%) se limitan a la primera transformación (recortes y chapas), 19 (o el 9%) a la segunda transformación (madera maciza reconstituida, paneles, parquet) y 3 (o el 1%) a la tercera transformación (paneles, puertas, ventanas, laminados encolados y todos los demás productos acabados listos para su uso)», confió en una entrevista al diario bilingüe Cameroon Tribune. Estos datos demuestran que la transformación de la madera en productos acabados todavía tiene un largo camino por recorrer.