Getesa afirma que ha iniciado las negociaciones con las empresas de telecomunicaciones de Camerún y Gabón, con el fin de colaborar en diversas cuestiones bilaterales relacionadas con las TIC. Las partes han abierto un diálogo de acuerdo a los problemas permanentes de interferencias nocivas en sitios fronterizos.
Hace una eternidad, la red telefónica de las empresas gabonesas y camerunesas provocan una degradación de las comunicaciones inalámbricas en Akurenam, Mongomo y Ebibeyin, al configurar la red de forma no responsable. En el caso concreto de Mongomo, es Airtel Gabón quien configura potencias demasiadas elevadas, elevando sus tildes a las antenas creando así cobertura dentro del área de Guinea Ecuatorial.
Al tratarse de la ausencia de una ley específica, los dos órganos están negociando para llegar a un acuerdo. Guinea Ecuatorial respalda el principio de que la responsabilidad de desplegar la red tiene que ser de las operadoras, “algo que no están cumpliendo”, asegura Inocencio Ndong Ndjeng Nchama, director técnico de Getesa. Ndong Ndjeng manifiesta haber puesto sobre la mesa durante las primeras negociaciones la impetuosa condición de que, “si no respetan los parámetros de configuración a las fronteras, yo también haré lo mismo, entonces estaremos que ninguna ni otra tendrá buena cobertura en áreas de fronteras”.
De acuerdo a las palabras del director técnico de Getesa, el mayor problema que sufren los habitantes de Akurenam es que la antena de esa zona fronteriza con la Republica de Gabón no está siendo modernizada hasta la fecha, prueba de ello, un gran porcentaje de pueblos siguen sin disfrutar de la cobertura telefónica, y otros con dificultades, además de las interferencias. Sin embargo, la buena noticia es que, Getesa afirma que ya están cambiando y modernizando la red en las áreas del interior del país, configurando una tecnología que es el UMTS 90, la cual permite doblar la cobertura de la estación con las mismas configuraciones.
“Si se moderniza la antena de Akurenam, vamos a tener el doble de alcance que está teniendo ahora”, asegura el director técnico, pero también es consciente de que “el problema que tenemos es que, a la hora de configurar una antena, el órgano regulador de telecomunicaciones a nivel mundial te marca unas pautas para que la potencia no sea dañina para los seres humanos, y eso si se une con el área de vegetación eso es malo para las ondas electromagnéticas”, reconoce.