En la República Democrática del Congo, las familias cuyos hijos estudiaban en Ucrania e intentaron huir cuando estalló la guerra están preocupadas. Cada hora, como un ritual, Solange Kahindo y su marido, que viven en Goma, intentan localizar a sus hijos por WhatsApp. La llamada suena en vano, los niños no responden.
Djodjo Katanga y Kasereka Katanga, eran estudiantes congoleños en Ucrania y al estallar la guerra informaron a su madre Solange de que habían logrado huir a Polonia. Pero desde que cruzaron la frontera, sus padres no han tenido noticias de ellos.
Su madre dijo que tenía miedo, dijo que la vida en el Congo no era buena debido a la guerra, por eso enviaron a los niños a estudiar a Ucrania, pero la guerra ha llegado ahora también a Ucrania.
«Hemos oído que el gobierno congoleño va a intervenir para que los niños vuelvan», dijo, «pero, por desgracia, a medida que pasan los días, no se hace nada».
Del mismo modo, otra madre, Faida Ntantine, dijo que su hijo, Alain Chirimwami, también desapareció desde que cruzó a Polonia. «Tengo miedo porque no sé dónde está mi hijo», dijo después de intentar llamarlo repetidamente y enviarle mensajes. «Ahora me paso todo el día delante de la televisión siguiendo las noticias y esperando que haya alguna novedad sobre él».
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos anunció recientemente que al menos 636 civiles han muerto desde el comienzo de la ofensiva rusa en Ucrania.
En la República Democrática del Congo, estas familias se aferran a la esperanza de volver a ver a sus hijos con vida.