El Bayern de Múnich sigue complicándose las cosas en la Bundesliga. Comenzó adelantándose en el partidazo de la jornada ante el Leverkusen, autoempató el choque con un gol en propia de Müller e, incluso, pudo terminar perdiendo en uno de los numerosos errores groseros que su débil zaga sigue cometiendo. Finalmente, fue suficiente para quedarse un punto que sigue alejándole del Borussia Dortmund en segundo lugar de la clasificación en la máxima competición alemana. Se coloca el campeón a un total de nueve puntos del eterno rival, cuya cita con el Mainz tuvo que ser aplazada debido a un brote de coronavirus en su rival. Muchos puntos a falta de nueve jornadas (diez para el BVB) hasta el final.
Fue un vendaval el Bayern al inicio. Sin Schick en punta, el Leverkusen no encontraba verticalidad y le cedió el terreno a unos muniqueses que le encerraron atrás durante la primera media hora del choque. Lewandowski tuvo el primero en sus botas tras una jugada ensayada que terminó siendo rechazada por el mar de piernas que se abrió entre el polaco y el marco protegido por Hradecky. A la segunda, eso sí, fue la vencida. Süle, tras un córner de Kimmich mal despejado por parte de la zaga visitante, hizo justicia en el marcador con un potente derechazo directo al corazón renano.
Fue entonces cuando despertaron los de Seoane. También lo hicieron gracias a un Bayern, que tal y como viene acostumbrando durante toda la temporada, suele complicarse las cosas él mismo. Se le acumularon los errores en la salida e invitó al Leverkusen a correr. Mal asunto. Poco a poco, el tercer clasificado fue asentándose en campo rival y pisando área, aunque no tuvo nada que ver en un tanto del empate casi cómico. Ulreich iba a atajar un libre directo sin peligro de Demirbay cuando Müller, inesperadamente, se cruzó para marcar en propia en su intento de despejar. Otro error grosero de Upamecano (ya van unos cuantos esta temporada) casi invita a Adli a poner por delante a los suyos, pero su disparo a puerta vacía se estrelló contra el palo.
Andaba avisado el Bayern. Sin embargo, no logró tranquilizar el partido en la segunda mitad. Se convirtió el encuentro en el Allianz Arena en una ida y vuelta que raras veces suele favorecer a los de Nagelsmann, acostumbrados a mantener a sus rivales alejados de su vulnerable defensa. Y las tuvo el Leverkusen. Una vez más Adli y Wirtz estuvieron a punto de enmudecer un Allianz en el que volvieron a darse cita 25.000 espectadores. Temblaban Upamecano y Süle cada vez que los de Seoane echaban a correr. Sufrían los visitantes también cuando Coman y Musiala inventaban en el otro lado. La tuvo Frimpong solo ante Ulreich. Podía pasar de todo. Y no pasó nada más.
