Irak se ha visto impactado hoy miércoles con una tormenta de arena, la tercera en menos de dos semanas en un país muy vulnerable al cambio climático, que ha provocado nuevamente el cierre temporal de los aeropuertos internacionales de Bagdad y Nayaf.
Citando los servicios meteorológicos, la agencia de prensa estatal INA ha indicado que el fenómeno tendría que durar hasta el jueves.
En Bagdad, un espeso manto de arena gris y anaranjada cubría la ciudad, han constatado periodistas de la AFP.
Debido a la visibilidad «inferior a 500 metros», el aeropuerto de Bagdad ha anunciado «la interrupción del tráfico aéreo» para el miércoles. Se reanudará en caso de «mejora de las condiciones meteorológicas», ha precisado el aeropuerto en un comunicado. El aeropuerto internacional de Nayaf, ciudad santa del islam chiita al sur de la capital, ha lanzado un anuncio similar.
«El polvo afecta todo el país, pero particularmente las regiones del centro y el sur», ha indicado a AFP Amer al Jaberi, responsable de los servicios meteorológicos. «Irak se enfrenta a perturbaciones climáticas y sufre de escasez de lluvia, de desertificación y de la ausencia de cinturones verdes» alrededor de las ciudades, ha precisado.
La semana pasada, dos tormentas de arena sacudieron el país, obligando al cierre de los aeropuertos de Bagdad y Nayaf y provocando hospitalizaciones por problemas respiratorios.
Irak es uno de los cinco países del mundo más vulnerables al cambio climático y la desertificación.