A lo largo y ancho del archipiélago, compran residencias, establecen negocios y se mudan con sus familias desde Estados Unidos u otros países.
Al mismo tiempo, algunos puertorriqueños denuncian que estos inversionistas son los responsables de que el precio de la vivienda se haya disparado en algunas ciudades y pueblos, lo que ha llevado a que en los últimos meses se hayan convocado protestas en contra del desplazamiento de la población local.
«Me mudé a Puerto Rico el 8 de marzo de 2021, y lo que me atrajo fue que vi a mis amigos, como David Namdar, de Nueva York, mudarse aquí», explica David Johnston en entrevista con BBC Mundo.
Johnston se ha beneficiado de la llamada Ley 60 de Puerto Rico, que permite que ciertos inversionistas no paguen impuestos sobre ganancias de capital tras convertirse en residentes de la isla. Es el jefe de operaciones de la compañía DLTx, enfocada en el uso del blockchain, la tecnología detrás de las criptomonedas en la economía tradicional.
Asegura que al llegar a San Juan encontró una comunidad tan activa en el tema del blockchain que decidió volver a California, hablar con su esposa y mudarse con su familia a Puerto Rico. «Ha sido bastante increíble cómo crece (la comunidad blockchain) casi cada semana. Tengo un amigo que me llamó para decirme, ‘Ey, voy a ser tu vecino’. Decidimos mudarnos a los suburbios, en Guaynabo, al sur de San Juan y ha sido genial: vivimos en un hermoso barrio estilo estadounidense», dice.
Por los beneficios fiscales, Puerto Rico se convirtió en un destino atractivo para empresarios de diversos sectores, pero la llegada de los que trabajan en el mundo del blockchain y las criptomonedas ha tenido más repercusión.
Fue en el 2018, tras el paso un año antes del devastador huracán María, cuando medios internacionales reseñaron por primera vez un boom de criptomillonarios que se mudaban al archipiélago. En aquel momento los recién llegados decían que convertirían a Puerto Rico, devastado por el ciclón, en «Puertopia», una utopía tecnológica.
Esto llamó la atención de emprendedores como Johnston, quien en esa época trabajaba en California. En 2020, mudarse Puerto Rico se convirtió en una opción real. «Especialmente por la pandemia, muchos de los amigos que tengo que son jóvenes emprendedores, gente que hace protocolos de blockchain, empezaron a mudarse (a Puerto Rico) y esa fue una señal para mí para decir ‘Bueno, tengo que fijarme en esto'», explica.
Según un estudio que realizó el Departamento de Desarrollo Económico de Puerto Rico, al menos 31 criptoempresarios llegaron a la isla en 2021. Sin embargo, por el número de compañías exportadoras de servicios en el área de la tecnología que se han registrado bajo la Ley 60, el gobierno estima que hay más de 100.
Algunos de estos inversionistas no son especialmente discretos. Es el caso de Brock Pierce, quien hizo su fortuna en la industria de la tecnología, y en 2018 fue quien acuñó el término de «Puertopía».
Pierce figura como dueño de más de 20 corporaciones en territorio estadounidense. Ha comprado residencias valoradas en millones de dólares en diversas localidades puertorriqueñas, así como varios edificios históricos en la zona del Viejo San Juan. Su adquisición más reciente fue un hotel en el pequeño municipio de Vieques, ubicado en una isla al este de Puerto Rico, por unos US$18 millones.
El YouTuber Logan Paul es otro de los multimillonarios famosos que se ha mudado al archipiélago.
La imagen de ambos aparece en los carteles de protesta de los locales que denuncian la gentrificación que los expulsa de los barrios en los que han vivido toda la vida.