Esta final se ha disputado, en Irlanda del Norte, donde el Chelsea ha vencido en los tiros penales al equipo de Unai Emeri. Desde el pitido inicial de este encuentro, el actual campeón de la Champions, marcaba lo que iba a ser el devenir del partido, o sea, un dominio de los Azules (Chelsea) tanto en la posición, presión, achicando los espacios, jugando constantemente en el campo del Villarreal, que no empezó bien el enfrentamiento.
Los 90 minutos del encuentro finalizaron con un empate a 1-1, los ingleses marcaron en la primera mitad (minuto 27) por mediación de Hakim Ziyech y Gerard Moreno ha empatado en el segundo tiempo (minuto 73). Un empate que ha forzado la prórroga para saber quién iba hacerse con el trofeo continental.
En la prórroga, el equipo de Tuchel tenía el dominio absoluto de estos últimos 30 minutos, sin embargo, el “Submarino Amarrillo” (Villareal) supo aguantar esta presión y así llegar a la tanda de penaltis, una tanda que les iba hacer perder el título.
Tras esta media hora de prórroga y el marcador quieto, ambos conjuntos tenían que hacer frente a los tiros penales. Durante la prórroga, el entrenador del Chelsea, Tomás Tuchel, realizó un cambio de porteros. Mendi, que había hecho un buen partido, salió para dar sitio a Kepa, que iba hacer el héroe de esta tanda al parar dos penales, para que posteriormente, su equipo de proclame campeón de la Supercopa de Europa.
En todo caso, el equipo inglés comienza su nueva temporada con un nuevo título en las vitrinas del museo del club.