Al menos tres personas murieron en una explosión registrada este viernes en una mezquita de la provincia de Nangarhar, Afganistán, declararon fuentes médicas a la agencia de noticias AFP. “Hasta el momento tenemos tres muertos y 15 heridos”, dijo un médico del hospital local. Según fuentes talibanas, la explosión se produjo “durante la oración del viernes dentro de una mezquita en el distrito de Spin Ghar”.
Ningún grupo reclamó todavía la autoría del ataque de este viernes, aunque el mes pasado ISIS reivindicó dos grandes atentados suicidas contra mezquitas en Afganistán. En aquellas dos ocasiones los templos pertenecían a la minoría chií, aunque según la información inicial en esta ocasión los fieles no profesan esa rama del islam, considerada apóstata por los yihadistas del ISIS, que poseen su bastión en Nangarhar.
Esos atentados se produjeron dos viernes consecutivos, el 8 y el 15 de octubre, en las provincias norteña de Kunduz y la meridional Kandahar, y dejaron respectivamente al menos 80 y 60 muertos, y más de un centenar de heridos.
Entonces la comunidad chií criticó que los talibanes les habían confiscado todas o gran parte de las armas, lo que hacía casi imposible protegerse contra este tipo de ataques suicidas.
El grupo yihadista ha multiplicado sus ataques en Afganistán desde la retirada final de las tropas de Estados Unidos poco antes de la medianoche del pasado 31 de agosto, el mayor de ellos el atentado contra el aeropuerto de Kabul que el pasado 26 de agosto causó unos 170 muertos.
Analistas y expertos señalaron que el grupo yihadista se ha convertido en la mayor amenaza a la seguridad del Gobierno talibán en Afganistán, al estar detrás de ataques casi diarios contra los fundamentalistas.