La Unión Europea convocó el lunes al encargado de negocios de la misión de la Federación Rusa ante la UE, Kiril Logvinov, al que expresó su «firme rechazo» a la anexión de territorios ucranianos tras el anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, y la ratificación de la Duma.
El director general del Servicio de Acción Exterior de la UE para Rusia, Asociación Oriental, Asia Central, Cooperación Regional y OSCE, Michael Siebert, expresó al encargado de negocios ruso el «firme rechazo» y «enérgica condena» de la UE a la anexión ilegal por parte de Rusia de las regiones de Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporiyia, tras los «falsos referéndums ilegales» llevados a cabo por Rusia en estas regiones.
La convocatoria del máximo representante diplomático de Moscú en Bruselas es una acción coordinada a nivel de los Veintisiete para responder a la escalada de Rusia en su invasión de Ucrania, tras los referéndums ilegales y la anexión de territorios ucranianos.
Según ha recogido un comunicado de la diplomacia comunitaria, esta maniobra del Kremlin es una violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. «La UE no reconoce y nunca reconocerá esta anexión ilegal por parte de Rusia. Estas decisiones de Rusia son nulas y sin efecto y no pueden producir efecto legal alguno», ha recalcado.
En este sentido, Siebert urgió a Rusia a cesar la agresión contra el país vecino y a retirar de forma inmediata y sin condiciones sus tropas del territorio de Ucrania.
Moscú acusa a la UE de políticas antirrusas
Por su lado, Logvinov presentó al diplomático europeo una copia del discurso completo de Putin en el que reconoció el resultado de las consultas y proclamó que los ciudadanos de estas regiones ucranianas eran rusos, ha informado un comunicado de la delegación rusa en Bruselas.
En este sentido, afirmó que el no reconocimiento de la UE «no afecta a la elección de los habitantes de estas regiones en favor de Rusia» e igualmente aprovechó para denunciar las sanciones europeas asegurando que son medidas «unilaterales, ilegítimas e injustificadas», señalando las políticas antirrusas que, a su juicio, lleva a cabo la UE.
El representante diplomático ruso puso el acento en la puesta en marcha de una misión de asistencia militar a Ucrania, para subrayar que estos pasos son una «implicación directa» de la UE como «parte beligerante» en el conflicto en Ucrania «con todas las consecuencias que ello conlleva».