Este domingo 15 de noviembre de 2020, Debretsion Gebremichael, líder del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) se atribuyó la responsabilidad del lanzamiento de cohetes contra Eritrea. Estos tenían como objetivo Asmara, la capital del antiguo territorio etíope.
Según varios diplomáticos, varios obuses impactaron el área alrededor del aeropuerto de Asmara el sábado 14 de noviembre de 2020. Sin embargo, no se ha evaluado el daño material o humano que estos disparos pueden haber causado.
Mientras los combates se intensifican entre el gobierno de Addis Abeba y el gobierno disidente de Tigrayan, este nuevo ataque exacerba aún más los riesgos de que el conflicto se exporte más allá de sus fronteras. Se produce días después de que el TPLF acusó a Eritrea de participar en el conflicto junto a las fuerzas del primer ministro Abiy Ahmed.
Eritrea, antiguo enemigo de Etiopía de la que se separó en 1993, siempre ha estado en desacuerdo con el TPLF, que representa a la minoría tigrayana, y que mantuvo la mayor parte del poder en Addis Abeba durante unos 30 años. Sin embargo, el ascenso al poder del primer ministro Abiy Ahmed del grupo étnico mayoritario Oromo había llevado a un acercamiento entre la tierra de Negus y Asmara.
Como recordatorio, desde el miércoles 4 de noviembre, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ha ordenado una ofensiva militar contra el TPLF, tras presuntos ataques contra posiciones de las Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía (ENDF). En los últimos meses, las tensiones entre las dos partes se habían intensificado después de una elección regional ganada por el TPLF, organizada en contra del consejo del gobierno federal. Acusa al partido de alimentar las ambiciones secesionistas y considera que estas elecciones «carecen de base legal» y «nulas y sin valor».
Según estimaciones recientes, el conflicto en la región de Tigray ha dejado al menos 550 muertos y alrededor de 100 heridos, lo que también ha obligado a miles a huir al vecino Sudán. Sin embargo, Debretsion Gebremichael no se rinde y parece dispuesto a pelear la guerra hasta el final. “Todavía estamos aguantando”, le dijo a Bloomberg esta semana, y agregó: “Esta gente no puede vencernos. No podemos ser derrotados ”.