Cada vez que Bill Gates habla, el mundo escucha con atención. El empresario y creador de Microsoft se equivoca pocas veces en sus predicciones sobre el coronavirus. Pero no son todo halagos, sobre todo por parte de los negacionistas del cambio climático y de los conspiracionistas de la pandemia.
A Gates se le ha acusado de idear y de crear el virus, y hasta de diseñar un plan para controlar el mundo. Pero el estadounidense no se siente aludido por las críticas y responde en una reciente entrevista con El País.
“La pandemia ha generado un nivel de debate y de teorías conspirativas que jamás hubiera imaginado. El doctor Fauci y yo protagonizamos teorías que sugieren que, en lugar de intentar salvar vidas, estamos haciendo lo contrario; o que, en lugar de donar dinero, buscamos hacer negocio. El problema se vuelve muy serio si eso hace que la gente crea que llevar una mascarilla o ponerse una vacuna no es importante”, explica Gates.
El empresario achaca estas acusaciones al difícil momento que se vive en todos los países: “Hemos vivido una situación tan difícil que las personas buscaban respuestas simplistas, tipo: ‘La culpa es de este señor’ No es tan sorprendente, pero lo que no supe anticipar es cómo los canales digitales iban a favorecer que se enviaran millones de mensajes sobre estos temas todos los días. Espero que la cosa amaine”.
Más allá de la pandemia, Bill Gates aprovecha cada una de sus intervenciones públicas para recordar que el mundo no puede desatender uno de sus problemas más acuciantes: el cambio climático.
“El cambio climático es más complicado que una pandemia. La cantidad de recursos que estamos pidiendo que se prioricen para la causa es muchísimo mayor que los invertidos para conseguir una vacuna. Pero el daño en términos económicos y de vidas humanas es inmensamente superior”, cuenta en la entrevista a El País.
A Gates le preocupa que, en EEUU, esta cuestión se utilice de forma partidista, refiriéndose a algunos cargos republicanos. “¿Cómo se puede evitar esto?”, se pregunta el empresario.
“En un escenario ideal, los planes de estudios de las escuelas deben abordar el cambio climático. Por otro lado, cada vez más gente presencia o padece fenómenos meteorológicos extremos, y eso es algo que, por muy trágico que sea, está contribuyendo a un cambio de actitud. Creo que esta es una de las razones por las que el interés hacia el cambio climático es mayor hoy que hace cinco años”, concluye.