Bah Ndaw tomó el poder en agosto del año pasado tras derrocar a su predecesor Ibrahim Boubacar Keita en un golpe de estado militar.
Tras ser arrestados, los líderes políticos fueron conducidos al campamento militar de Kati, a las afueras de la capital, Bamako, donde supuestamente permanecen hasta ahora sin que se hayan dado a conocer más detalles. Se les acusa de intentar violar la Carta de la Transición al renovar el Gobierno sin tener en cuenta la opinión del Coronel Assimi Goïta, Vicepresidente del país.
La comunidad internacional ha mostrado su apoyo al gobierno de transición, mientras que la ONU ha dicho que “un golpe militar no ayuda de ninguna manera a la situación de Mali” y pide liberar a los detenidos y espera que la CEDEAO logre mediar en la crisis política.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de Mali ha denunciado el empeoramiento de la situación socio-política en el país y la detención de Ndaw y Ouane al margen de todo marco legal. En este sentido, ha denunciado en un comunicado la detención ilegal y arbitraria de personalidades civiles y militares y ha pedido la liberación de todos ellos.