El presidente de Camerún, Paul Biya, se encuentra en Estados Unidos desde el pasado fin de semana para asistir a la Cumbre Estados Unidos-África. En vísperas de la cumbre, que comienza este miércoles 14 de diciembre, el jefe de Estado camerunés participó en una mesa redonda privada bajo el lema «Cómo las finanzas pueden ser un activo para los acuciantes retos y oportunidades de África, y contribuir a la resolución de problemas globales aparentemente sin resolver».
Paul Biya, que rara vez pronuncia discursos públicos, examinó de cerca los problemas que frenan el desarrollo de África en este acto privado. El político camerunés es formal. Uno de los principales obstáculos para el desarrollo de África es la disponibilidad de financiación. «Uno de los obstáculos al desarrollo de la economía africana es el espinoso problema de la disponibilidad de financiación. Sin embargo, África tiene un enorme potencial de recursos naturales. Este potencial sigue estando infraexplotado, o su explotación no incluye una transformación local susceptible de generar valor añadido y riqueza en el continente. África sólo representa una pequeña parte de los recursos financieros en circulación en el mundo. El acceso a sus recursos se realiza a precios prohibitivos y, a veces, en condiciones que restringen la soberanía de nuestros Estados. África sigue dependiendo demasiado de la ayuda oficial al desarrollo, que ya no parece corresponder a nuestras necesidades», afirmó.
El dirigente camerunés también se refirió a las dificultades ligadas a la movilización de los capitales necesarios para impulsar el desarrollo. «El marco jurídico que rige en general la obtención de financiación es muy restrictivo y aumenta nuestra exposición a los riesgos fiscales y de estabilidad de nuestras instituciones. Un ejemplo de restricción es la pignoración de determinados recursos naturales solicitada por algunos inversores. Los modelos e instrumentos de financiación adoptados contribuyen más a la reexportación de capitales, mediante préstamos sin movimiento de fondos hacia el continente, pero con salida obligatoria de divisas al reembolso.
Paul Biya también esbozó algunas soluciones que podrían permitir a África emanciparse de la ayuda oficial al desarrollo. «Una de las soluciones es financiar la explotación y transformación de los recursos naturales de África en su propio suelo. Para ello, África necesita una gran cantidad de capital a largo plazo. Por lo tanto, sería deseable trabajar por el establecimiento de un auténtico mercado africano de capitales», propuso.
La expresión «escándalo geológico» le viene muy bien a Camerún, ya que su subsuelo es muy rico y diversificado en recursos minerales. Paradójicamente, todo este potencial está muy mal explotado y aporta menos del 1% al presupuesto del Estado. Hasta la fecha, Camerún ha concedido cerca de 200 permisos de exploración, pero la explotación nunca llega, y menos aún la transformación local.