El sector primario de Camerún debería registrar globalmente un descenso de la productividad durante los tres primeros meses del año 2023. Así lo afirma el BEAC en sus «Previsiones sobre el clima empresarial en la CEMAC», publicadas el 12 de enero. En total, 04 de los 06 sectores identificados por el Banco Central justifican estas previsiones.
En primer lugar, en el ámbito de la agricultura, la producción de plátanos disminuiría durante el primer trimestre. La razón aducida por la BEAC no es sólo natural, es decir, la inmadurez de las plantaciones, sino también coyuntural en relación con el alza del precio de los insumos, repercusión del conflicto ruso-ucraniano. Estas previsiones contrastan con los trimestres anteriores marcados por la madurez de las plantaciones y la reanudación de las actividades de ciertas plantaciones como la de la Corporación de Desarrollo de Camerún (CDC) que participó en un 48,20% (6.903 toneladas) del aumento de las exportaciones de plátanos, estimadas en 2016.103 toneladas (8,79%) a finales de 2022. El caucho natural se encuentra en la misma perspectiva dado que el primer trimestre es el menos floreciente para la cosecha.
Además, la producción de cultivos alimentarios (macabo, mandioca, cacahuetes, etc.) también disminuirá durante los tres primeros meses porque es un periodo de «baja cosecha». Así, los agricultores que no sienten suficiente entusiasmo porque están desanimados por el precio de los insumos en este caso, fertilizantes, pesticidas, fungicidas, insecticidas entre otros.
Además, el BEAC sigue siendo pesimista sobre la ganadería. Entre otras razones para estas previsiones, «la degradación de los pastos y la desecación de los puntos de agua, que aumentará a principios de 2023». Además, «la inseguridad reinante en algunos departamentos del norte y los robos de ganado» contribuirían a ensombrecer las perspectivas de la producción animal.
A pesar de estas reservas, el Banco Central prevé una fuerte producción de aceite de palma que alcanzaría su punto álgido en Camerún a finales de marzo. Este optimismo también es evidente en el sector de la pesca y la acuicultura. En efecto, «se espera que aumente la producción pesquera, debido a la reanudación de las actividades de captura tras el periodo de descanso biológico introducido en el trimestre anterior, que favoreció la reproducción de los peces. También se espera que las capturas aumenten en el primer trimestre de 2023, gracias al descenso del nivel de las aguas en ríos y lagos», según el informe Perspectivas Empresariales de la CEMAC.