Se espera que la tasa de crecimiento económico promedio de África se estabilice en alrededor del 4% entre 2023 y 2024, superando los promedios mundiales de 2.7% y 3.2% pronosticados en los mismos años fiscales, dijo el Banco Africano de Desarrollo (AfDB) en un informe publicado el jueves.
La institución financiera panafricana dijo que se espera que el PIB del continente crezca un promedio del 4% en 2023 y del 3,9% en 2024, frente al 3,8% en 2022.
Se espera que la región de África oriental experimente el mayor crecimiento en 2023 y 2024 con un 5 y un 5,4% respectivamente, por delante de África central (4,3% en 2023 y 4,2% en 2024), África occidental (4,1% y 4,3%), África del norte (4,3% y 3,4%) y África meridional (2,3% y 2,8%).
Sin embargo, titulado «Resultados macroeconómicos y perspectivas de África para 2023», el informe señala que las perspectivas de crecimiento a mediano plazo del continente están sujetas a importantes vientos en contra, incluida una fuerte desaceleración de la economía mundial, una inflación persistente, un endurecimiento prolongado de las condiciones financieras mundiales, un alto costo del capital, depreciaciones de las monedas nacionales, la disminución de los flujos financieros, las continuas pérdidas y daños relacionados con el clima, las tensiones geopolíticas y una mayor escalada del conflicto ruso-ucraniano.
El BAfD también destacó que se espera que la inflación en África aumente de un promedio del 13,8% en 2022 al 13,5% en 2023, antes de caer al 8,8% en 2024, por debajo del 9,1% registrado antes de la pandemia de coronavirus en 2019 y el promedio del 9,6% registrado entre 2014 y 2018.
A nivel regional, la inflación seguirá siendo elevada en África oriental debido a las persistentes limitaciones de la oferta, los efectos del cambio climático, los conflictos y la incertidumbre política que afectan a algunos países de la región.
África central experimentará una inflación relativamente estable y baja, proyectada en 5.7% en 2023, en parte reflejando políticas monetarias coordinadas y los beneficios relativos de una moneda regional estable.