Según informó ayer martes, 27 de febrero el portavoz de la Casa Rosada, Manuel Adorni el Presidente de Argentina, Javier Milei ha prohibido el lenguaje inclusivo en la Administración Pública. Manuel Adorni anunció que el Gobierno “inició las actuaciones” para eliminar la práctica adoptada por el Gobierno del ex Presidente, Alberto Fernández (2019-2023). En la Administración Pública de Argentina “no se van a poder usar las letra «e», la «@» y la «x» para evitar la innecesaria inclusión del femenino en todos los documentos de la administración pública”. Explicó el funcionario a los periodistas durante su habitual conferencia de prensa.
«Bueno, es un debate en el cual nosotros no vamos a participar, porque consideramos que las perspectivas de género se han utilizado también como negocio de la política, así que para nosotros esto no tiene discusión”. Adorni añadió que recientemente, una Resolución similar la había sido adoptada por el ministerio de Defensa, por lo que esta medida simplemente extendía esa decisión «al resto de las dependencias”. De hecho, el día anterior el Gobierno había señalado que palabras como «soldada”, «generala” o «soldades” eran una desnaturalización de nuestro idioma. «Prohíbase la utilización del llamado ‘lenguaje inclusivo’ en el ámbito del ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas y los organismos descentralizados del ministerio». Expresa la Resolución publicada el lunes, 26 de febrero pero firmada el viernes anterior por el ministro, Luis Petri.
El Presidente argentino no comparte la ideología del movimiento feminista, y considera que la “ideología de género” y el lenguaje inclusivo solo “destruyen los valores de la sociedad”. Las instituciones culturales dedicadas a la regularización lingüística han discutido el empleo de este lenguaje en múltiples oportunidades. En el caso de los hispanohablantes, la RAE especificó en su informe sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas, publicado en el año 2020, que el uso de simbologías es «innecesario». «El uso de la @ o de las letras ‘e’ y ‘x’ como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género» Indicó el documento.
Para la Academia, el sexismo y la misoginia no son propiedades de la lengua y no resultan inherentes al sistema, sino que son valores que «adquieren en el uso a causa de la intencionalidad de los emisores o de sus prejuicios ideológicos». «No son responsabilidad del medio, sino de los hablantes. No se corrigen mejorando la gramática, sino erradicando prejuicios culturales por medio de la educación». Precisó el informe.