La Junta Militar de Níger ha retirado el permiso de explotación de las minas de uranio a la compañía gala Orano, que cuenta con una participación mayoritariamente del Estado francés. Esta decisión se produce tan solo unas semanas después de que la agencia de noticias estadounidense Bloomberg informase de que Rusia estaría intentando hacerse con estos yacimientos.
En un comunicado publicado ayer jueves, 20 de junio la firma Orano ha indicado que ha recibido la notificación, de parte de las autoridades de Níger sobre la retirada de este permiso apenas dos semanas después de haber reiniciado su actividad en el lugar. De hecho, la empresa explica que como las condiciones actuales del mercado del uranio –con precios al alza– son favorables para volver a explotar este yacimiento, había presentado al Estado nigerino «una propuesta técnica» para empezar el trabajo, y el 4 de junio abrieron las infraestructuras para recibir a sus equipos en el terreno.
Con la decisión actual, el grupo francés –especializado en la extracción de uranio, la fabricación de combustible nuclear y su tratamiento una vez usado– «se inquieta del impacto negativo» que eso tendrá «para el desarrollo económico, social y societal de la región». En cualquier caso, la firma insiste en «mantener abiertos todos los canales de comunicación» con las autoridades de Níger, pero también se reserva la posibilidad de demandarles ante las instancias judiciales competentes, tanto nacionales como internacionales.
La mina de Imouraren, localizada a unos 80 kilómetros de la ciudad de Arlit al norte de Níger es uno de los mayores yacimientos del mundo con unas reservas estimadas en 200.000 toneladas.
La Junta Militar de Níger que llegó al Poder después del golpe de Estado de julio de 2023 ha dado un vuelco a las relaciones de Niamey y Paris, y eso ha tenido repercusiones para las empresas francesas en este país africano. Hasta ahora, la empresa Orano extraía en Níger en torno al 10 % de su producción mundial de uranio.
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