Aunque a día de hoy todavía no se conoce con exactitud cómo será el proceso de desconfinamiento que se implementará en el país a partir del día 15 del presente mes como ya anunció el ejecutivo, lógicamente se espera que sea por fases y quizás asimétrica, pero ya se van conociendo algunas medidas sectoriales que se adoptarán en esta apertura gradual de la actividad económica que ya ha permanecido prácticamente bloqueada cerca de cuatro meses.
En la mañana de hoy el Director General de Autoridad Aeronáutica, Santiago Oyono Afugu Eyenga, se ha acercado ante el Comité Técnico pilotado por el departamento de sanidad para presentarles el plan trazado por aviación, consensuado con la Organización de Aviación Civil Internacional, la IACA, OMS, EASA etc., como ha defendido; el cual incluye un rosario de medidas que tanto los operadores comerciales ecuatoguineanos certificados bajo el RACGE OPS1, como operadores comerciales extranjeros certificados bajo el RACGE 129, y operadores comerciales de aeronaves, gestores comerciales de los aeropuertos, sociedades de asistencia en escala, organismos de mantenimiento, personal de seguridad, gendarmeria, aduanas, sanidad, seguridad aeroportuaria y personal de aviación afín que intervienen en el funcionamiento de un terminal aéreo tendrán que adoptar en la fase 1 del desconfinamiento que se prevé que dure hasta el próximo 15 de junio.
Una de las primeras medidas para los vuelos provenientes del exterior es que sus pasajeros tendrán que aceptar la toma de muestras y el test PCR de forma obligatoria, sin importar si los mismos traigan consigo un certificado de haber pasado la enfermedad o realizado una analítica del coronavirus en sus lugares de procedencia. Esta medida implica que aviación deba informar a sanidad la estimación de pasajeros que se prevé recibir y el numero de vuelos semanales de cada compañía para poder analizar la capacidad operacional del equipo técnico de sanitarios y del laboratorio de Baney para garantizar que los pasajeros obtengan los resultados en el mínimo tiempo posible; porque de lo contrario éstos deberán pasar por una cuarentena prudencial cuyos costos el Estado no está dispuesto a asumir (deberían costearla los pasajeros), sumados a la capacidad real de los hoteles en la capital para albergar a todos (muchos hoteles ya operan como lugares de cuarentena para los infectados actuales).
En estos vuelos internacionales se tendrá que garantizar la limpieza y desinfección completa de la aeronave utilizando sustancias adecuadas para el uso de la aviación (sustancias que contienen 62% -71% de alcohol etílico, 0.5% de peróxido de hidrógeno o 0.1% de hipoclorito de sodio) después de que cada vuelo provenga de un aeropuerto ubicado en un área afectada con alto riesgo de transmisión de la infección por CoViD-19.
El uso de máscaras faciales será obligatorio para todos los pasajeros y personas dentro del aeropuerto y la aeronave (vuelos nacionales e internacionales), desde el momento en que ingresan al edificio de la terminal en el aeropuerto de salida hasta que salen del edificio de la terminal en el aeropuerto de destino, aunque se excluyen a niños menores de 6 años y personas que tengan una razón médica.
En las medidas como la declaración obligatoria sobre el estado COVID-19 del pasajero antes de que se le emita una tarjeta de embarque, preferiblemente como parte del proceso del check-in, los pasajeros nacionales supuestamente tendrán que valerse del test masivo que ya ha anunciado el ejecutivo que se hará en las ciudades de Malabo y Bata, aunque a falta de cinco días para el inicio del desconfinamiento todavía no se ha realizado.
El Ministerio de Aviación Civil de igual manera contempla de que las aerolíneas puedan transportar a pacientes infectados (sólo asintomáticos), quienes de manera obligatoria usar la etiqueta respiratoria, es decir, cubrir la boca y la nariz con una toalla de papel o el codo flexionado al estornudar o toser, incluso cuando lleven una mascarilla y que se limite el contacto con superficies de la aeronave; y para los que presenten síntomas estando ya a bordo, deberán ser aislados adoptando los protocolos necesarios.
Este plan, que consta de trece páginas todavía debe ser debatido en el seno del Comité Técnico de Vigilancia y Respuesta y aprobado por el Comité Técnico en el país para garantizar las máximas medidas sanitarias con el fin de no volver a importar casos en el extranjero que desbordarían aún más la situación actual, al tiempo que algunos miembros del comité técnico sugieren que todavía no se realicen vuelos de Bata a Malabo y de Malabo a Annobón sino viceversa, con la explicación de que el índice de contagios es hasta ahora, muy elevado en la ciudad de Malabo.