La empresa Comercial Santy, a través de su presidente, Santiago Isaac Hannan, ha pedido perdón al pueblo y Gobierno ecuatoguineano ante el vicepresidente de la república, Teodoro Nguema Obiang Mangue, tras verse paralizada su actividad comercial en el país por su fraude comercial.
Nguema Obiang Mangue ha hecho ver a Santy una serie de evidencias que su empresa negaba, las cuales fueron descubiertas a través de una inspección creada por el miembro del Gobierno, como es el caso de las máquinas que adulteran las fechas de caducidad, así como artículos caducados.
Tras comprobar esas infracciones, la Administración de Malabo decidió penalizar a esta firma comercial con una multa que asciende a más de 400 millones de francos CFA y un paquete de medidas que prohíben a Santy, entre otras cosas, la importación y comercialización de comestibles a la población de forma directa. Decisión que ha sido aceptada por el fundador de la empresa que lleva su nombre, al entender que el Gobierno ecuatoguineano quiere evitar que ninguna otra empresa caiga en este error.
El vicepresidente reconoce el arraigo de la familia Santy y su trabajo en Guinea Ecuatorial, pero ha reafirmado que la salud del ciudadano ecuatoguineano está por encima de todo; por lo tanto, es innegociable ante cualquier situación.
En este sentido, después de 62 años operando en el mercado nacional en la venta de comestibles y farmacéuticos, Nguema Obiang ha vuelto a ratificar que, a partir de ahora, Comercial Santy se dedicará a otras actividades comerciales diferentes a la importación y venta de productos para el consumo humano.