Tras el encuentro mantenido el pasado día 25 de agosto con el vicepresidente de la república, Teodoro Nguema Obiang Mangue, donde mostró su descontento sobre las irregularidades cometidas en la adjudicación de contratos y el reclutamiento y contratación del personal de los puertos de Malabo y Bata, ayer martes, 30 de agosto, el primer ministro del Gobierno, encargado de la Coordinación Administrativa, Francisco Pascual Obama Asue, se reunió con los responsables de la administración de ambos puertos con el objetivo de arrojar luz y transparencia en este nuevo escándalo.
Sobre la base de la información revelada en la reunión previa, en la cual se mostraron evidencias de las irregularidades detectadas tanto en la adjudicación de contratos de mantenimiento firmados por los responsables de dichas administraciones portuarias, como en el reclutamiento del personal, ha habido un incremento en su número del 55%, todos ellos con un denominador común: son personas allegadas o recomendados de los miembros de la directiva actual que, aparentemente, han sido contratados sin llevar a cabo ningún proceso de selección, a lo que se debe sumar, el establecimiento arbitrario seguido en la asignación de salarios.
El primer ministro, como presidente del Comité de Pilotaje de la Reestructuración de los Organismos Autónomos y Entidades Públicas Empresariales, ha calificado la situación de inadmisible, ya que no sólo mina los esfuerzos liderados por el vicepresidente de la república para “limpiar” y recuperar la funcionalidad de los puertos ecuatoguineanos, sino que también atenta contra los procedimientos establecidos durante el proceso de reestructuración.
Por ello, con el objetivo de corregir dichas actuaciones y asegurar la continuidad de la operatividad portuaria, el encargado de la Coordinación Administrativa, secundado por el ministro del ramo, Rufino Ovono Ondo, acordaban el establecimiento del nuevo procedimiento a seguir, que pasa por la creación de una comisión a la cual se deben remitir los contratos que han sido adjudicados desde la toma de posesión de las directivas actuales. Y que se encargará de dirigir las enmiendas de los desajustes ocasionados, empezando por la verificación de los servicios que prestan las empresas adjudicatarias de los contratos de mantenimiento y otros; unos contratos que, en principio, dejarán de ejecutarse hasta que la comisión constituida lo determine.
En lo que respecta al personal, el mandato se centra en concebir una plantilla “ideal”, que refleje el organigrama funcional, el número estimado de empleados, las secciones a cubrir y los perfiles requeridos para su materialización y, en consecuencia, se prescindirá de todo personal innecesario.