Gran incertidumbre ante una prueba de selectividad atípica. La ‘Selectivi-Covid 19’

Falta de continuidad de los alumnos en el aprendizaje, las persistentes quejas a la comisión examinadora, el miedo escénico al contagio y la hecatombe de suspensos que antecede a la convocatoria de este año.

Gran incertidumbre ante una prueba de selectividad atípica. La ‘Selectivi-Covid 19’

El Ministerio de Educación, Enseñanza Universitaria y Deportes sancionó el día 3 la Orden Ministerial mediante la cual dictaba las instrucciones especiales para la organización de las pruebas de selectividad correspondientes al atípico año escolar 2019-2020 interrumpido durante cuatro meses por el coronavirus Covid-19. En el mismo día también aprobó la reanudación del mismo año escolar a partir de lunes 15 de junio.

Ante esta convocatoria mucho hay que analizar, incluso discutir.

Desde la misma orden ministerial, sorprendentemente el ministerio no concretiza las fechas en las que se desarrollarán los exámenes, sino se limita en las fechas de la matriculación previa que los alumnos han de realizar para poder acceder a los exámenes, las cuales precisa del 1 al 10 de julio en todo el ámbito nacional, siempre y cuando respetando las medidas higiénico-sanitarias que requiere cualquiera actividad que se desarrolla durante el período que dure el coronavirus.

Y, aunque el artículo noveno, inciso 9.2 señala que, para la preparación y elaboración de las pruebas, la comisión deberá basarse solo en las materias que conforman el primer curso de bachillerato y las impartidas en el primero y segundo trimestre del segundo curso, lo cierto es que, posiblemente la inactividad de los alumnos durante los cuatro meses que ha durado el confinamiento les pase factura. Muchos de ellos no han realizado el necesario repaso para poder enfrentarse al examen que incluso algunas de las propias autoridades del Ministerio de Educación, ya señalan como ‘un problema de Estado’ (lo reconoció en una entrevista al Periódico Ébano el Secretario de Estado de Educación encargado de Enseñanza Superior y Universitaria, Vicente Nsue Nsue Mangue, después de las pruebas del año pasado).

Otros de los puntos clave de las pruebas de este año es la comisión examinadora, de la que desde el curso escolar 2011-2012, fecha en la que se instauró esta prueba, en sustitución de la pasada ‘Prueba de Madurez’, muchos han sido los alumnos que se han quejado por activa y pasiva, tanto por la forma de preparar los exámenes, como la corrección de los mismos, siendo ésta última parte la que más quebradero de cabeza da, en valoraciones de los propios estudiantes.

A este cúmulo de incertidumbres, no se puede echar de lado las antecedentes hecatombes que rodean a las pruebas de este año, en lo que se refiere a los resultados. En más de tres a cuatro convocatorias no han podido superar ni el 50% de los presentados. Esta realidad ha provocado varios interrogantes sobre quién es el culpable, que hoy en día no parece haberse localizado.

Y, por último, y no menos importante, es el mismo Covid-19. El culpable de todo, al menos este año. El coronavirus obligó a la paralización del año escolar. El miedo escénico a contagiarse del virus estará presente en los estudiantes, quienes tendrán que examinar dentro de estrictas medidas sanitarias (lavarse las manos con gel hidroalcohólico, mascarillas, no estrechar las manos, portar guantes, no poder aglomerarse en un lugar y el mantenimiento de la distancia de seguridad de dos metros).

La gran incertidumbre que rodea la atípica prueba de la ‘Selectivi-Covid 19’, está servida.

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