Tras suspender ayer el desarrollo del juicio oral y público del sumario nº 115/2020 del caso de malversación de caudales públicos en la Tesorería General del Estado, debido a la inquietud que presentó la fiscalía de que un miembro de la mesa guardaba relación con uno de los procesados, el presidente de la mesa ha informado que ya se había resuelto.
En la sesión de hoy martes, el interrogatorio se ha centrado en 2 implicados, Ismael Diomonde, súbdito costamarfileño que lleva 20 años de residencia en Guinea Ecuatorial y Acacio Mba Nzeng, Comisario Adjunto de Informaciones Generales en el ministerio de seguridad.
Diomonde y Acacio Mba se conocieron en una discoteca, donde el costamarfileño le propone el negocio de venta de caudales, éste primero ha afirmado que en el primer trato que tuvieron, Acacio se benefició de 8 millones de la venta ilegal de caudales públicos, y ha asegurado haber entregado a Acacio Mba por segunda vez un bolso de efectos timbrados por un valor de 140 millones el 28 de diciembre de 2019, para conseguir venderlos en el ministerio de seguridad, pero al no cumplir con el trato, Diomonde le denunció, en ese momento el padre de Acacio le convenció de retirar la denuncia, asumiendo él la devolución de este dinero y que tampoco cumplió.
Mientras tanto su supuesto socio, Acacio Mba Nzeng, niega haber recibido los 8 millones, ni tampoco hubo la primera entrega, pero sí reconoce que, del bolso y que Ismael Diomonde le dijo que los caudales públicos eran por 80 millones, los cuales dejó en su casa cuando fue destinado a Annobón en el mes de enero 2020. Por lo que, dice que en su rango de comisario adjunto de informaciones generales, su intención era investigar a Diomonde con el fin de destapar la trama de venta de caudales públicos, pero que el tiempo no fue suficiente porque Diomonde viajó el 1 de enero de 2020. En este momento Acacio y su padre están siendo procesados.
Acacio Mba, comisario adjunto de informaciones generales del ministerio de seguridad, ha argumentado que su intención era involucrarse en la traba para reunir suficientes pruebas y luego informar a sus superiores, pero la fiscalía cuestiona que si tenía tanta confianza de sus superiores, ¿por qué no le respaldan después de ser procesado, y por qué mantenía la investigación en solitario?
Los procesados siguen presumiendo de su inocencia con el apoyo de sus abogados defensores, mientras la acusación se mantiene. El juicio sigue este miércoles donde se procederá con el mismo interrogatorio con otros procesados.