Cinco meses después del accidente, y según las investigaciones de la Gendarmería Nacional, el naufragio se debió al mal tiempo meteorológico y el sobrecarga que llevaba la embarcación.
Por el momento se señala a cuatro personas: el capitán del barco, Agdoar Víctor, el logístico, Carlos Mba Ondo, el manager y el comisario del puerto, éste último responderá ante el tribunal militar. Los cuatro están acusados de homicidio involuntario y negligencia.
Según declaró el capitán después del naufragio, el barco llevaba 45 personas incluido niños, sin embargo, las investigaciones desvelan que fueron 48 personas. El barco no estaba autorizado para llevar pasajeros, pero los responsables en colaboración del comisario que presuntamente autorizaba los viajes decidieron ignorar la capacidad del barco y la normativa de la administración del puerto.
“Trabajamos con el barco en un puerto internacional, no es que lo hagamos a escondidas, cuando suben los pasajeros son las autoridades del puerto que realizan la embarcación de pasajeros, no se si el barco tenía autorización para trabajar aquí”, declaró el capitán del mismo.
Entre las 48 personas que llevaba la embarcación 25 desaparecieron, se recuperaron tres cadáveres y 20 personas fueron rescatadas con vida. Se destaca: tres ciudadanas ecuatoguineanas y solo una pudo sobrevivir, 19 cameruneses 9 desaparecieron, 17 ciudadanos nigerianos 12 perecieron, un maliense sobrevivió. De los 4 chadianos 2 desaparecieron, un ghanés fallecido y entre los dos congoleños, uno falleció.
Por regla general se dice que en un naufragio el capitán debe priorizar las mujeres y los niños, sin embargo, según declaran algunas sobrevivientes no se respetó esa condición, es por ello que ningún niño sobrevivió. Todos siguen desaparecidos hasta la fecha por no llevar salvavidas. El capitán asegura que “disponíamos de 25 salvavidas y estaban debajo de sus asientos”, cantidad que no fue suficiente para los 48 pasajeros, por lo que algunos perdieron la vida.