El uso de los puentes peatonales es fundamental para la seguridad de todas las personas y agentes de la seguridad vial, tanto peatones como conductores. Sin embargo, según se puede constatar, los puentes peatonales son utilizados con poca frecuencia. Basta leer la prensa escrita o ver las noticias para darse cuenta de que muchos accidentes o atropellos en la carretera por cruzar con imprudencia ocurren con un puente a pocos metros de distancia.
La imprudencia peatonal es una de las causas de muerte por accidentes de tránsito en las carreteras de todo el ámbito nacional. A diario podemos ver cómo varios transeúntes se juegan la vida cruzando la carretera en las autopistas.
Es importante diferenciar a quienes no usan el puente peatonal porque tienen un impedimento de quienes piensan que solo se trata de una pérdida de tiempo innecesaria. Los puentes peatonales fueron creados como solución para cruzar autopistas y carreteras a pie. Desafortunadamente, se puede observar que, en algunos, es una solución vial que no toma en consideración a las personas con discapacidad física. Una silla de ruedas o un par de muletas pueden imposibilitar en muchos casos el uso de esta estructura.
No obstante, la mayoría de personas que no usa el puente peatonal no lo hace por impedimento físico, sino por ahorrarse tiempo. De acuerdo, el puente va a demorar un poco más, pero reduce casi a la inexistencia el riesgo de ser atropellado.
¿Deberían los guardias urbanos multar a los peatones que no utilicen los puentes peatonales?
En todo caso, es necesario que las autoridades competentes realicen más campañas de sensibilización dirigidas a los peatones sobre el uso de los puentes peatonales.