La primera dama insiste en que las mujeres africanas necesitan educación y más herramientas para prevenir el Cáncer Cervical

Constancia Mangué Nsue Okomo ha hecho esas manifestaciones en una reunión de las esposas de jefes de Estado como parte de la Cumbre de Líderes de Estados Unidos-África en Washington.

La primera dama ecuatoguineana, Constancia Mangue Nsue Okomo, ha participado a la reunión de las esposas de los jefes de Estado organizada por la primera dama de los Estados Unidos, Jill Biden, en el Kennedy Center de Washington DC, con el tema: “Rompiendo Barreras para los servicios de mitigación del Cáncer en las Mujeres y Niñas en África”.

Constancia Mangue ha reconocido que «el cáncer cervical es un verdadero problema de salud pública para el continente africano, es una enfermedad letal que las investigaciones proyectan que, de cien mil mujeres detectadas anualmente con el virus del papiloma humano, más de la mitad corre el riesgo de perder la vida».

La esposa del presidente ecuatoguineano ha manifestado que los países africanos enfrentan varios obstáculos a la hora de combatir esta enfermedad y entre ellos está «la deficiencia en la atención médica, la ignorancia y creencia en supersticiones, la falta del hábito de visitas rutinarias y periódicas al médico».

Ante esta realidad, la primera dama ha informado a las reunidas que desde el año 2017 se estableció un programa de campaña de concienciación y sensibilización dirigida a todas las mujeres de Guinea Ecuatorial sobre la gravedad de la enfermedad y las medidas de prevención y tratamientos del cáncer cérvico uterino, un instrumento fundamental para la lucha contra esta enfermedad.

«Como medida complementaria de prevención, estamos suministrando vacunas a niñas de entre 9 y 13 años y enfatizando sobre las visitas médicas rutinarias a las mujeres jóvenes, así como el uso de los preservativos que distribuimos de manera gratuita para evitar las enfermedades de transmisión sexual. Los resultados positivos que han tenido estos programas de prevención sanitaria en nuestro país nos impulsan a abogar por las campañas de información y educación para que las mujeres jóvenes y las niñas puedan acceder a la atención oncológica».

Mangue Nsue Okomo es consciente de que los países africanos no pueden combatir este cáncer como en los países más desarrollados, por su ventaja científica y tecnológica, sin embargo, insiste que «la única manera de garantizar la salud de nuestras mujeres es educarlas y dotarlas de las herramientas necesarias para prevenir el cáncer cérvical».

Constancia auguró esperanzas para que al término de estas reuniones, se desarrolle una hoja de ruta común que ayude a reforzar la lucha contra esta enfermedad en países africanos. Manifestó que «África debe crear una concienciación más notoria y robustecer la cooperación sobre este particular ante la gravedad de la situación y por el ritmo crítico y creciente que está tomando esta situación en los últimos años».

Según fuentes de la Administración Biden, Estados Unidos ha demostrado hasta la fecha un compromiso inquebrantable de mejorar los resultados del cáncer en los países del continente africano. Esto incluye los esfuerzos de fortalecer la infraestructura de salud pública y construir sistemas de atención médica resilientes, así como la financiación de iniciativas sólidas e impactantes en toda África, en materia de prevención, detección, tratamiento e investigación del cáncer.

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