Concha Esuba respalda «el amor como poder de transformación positiva a toda situación»

Cerramos el año con la empresaria Concha Esuba en la sección Modelo de Mujer. El mayor valor que transmite a toda persona es el amor, como el arma más poderosa que disponemos los seres humanos

Concha Esuba se formó inicialmente como técnico en Relaciones Públicas, pero también es diplomada en traducción (inglés-español-inglés) por la City London University. Por su amplía  experiencia profesional de más 14 años en la empresa multinacional American Express, fue entrenada para trabajar en áreas como gestión de riesgo, gestión de proyectos, gestión de relaciones con clientes y en comunicación efectiva.

Desde que regresó a Guinea  Ecuatorial en 2005,  nuestra modelo de Mujer trabaja como empresaria y ha servido como Directora General del Sector Social en la Viceprimatura Segunda, en dos ocasiones.

Se autodefine como una persona inquieta y polivalente, profesionalmente hablando y la gusta el reto de abrirse camino en nuevas áreas profesionales, donde siempre ha sido “pionera”.

Como experiencia personal, Concha Esuba considera que los países deberían revisar los sistemas educativos y adaptar las metodologías de enseñanza a la diversidad de aprendizaje de los alumnos.

Creo que el sistema educativo tal y como lo conocemos, es un gran fracaso hoy en día y no potencia realmente la expresión del talento de los niños y jóvenes.

Como los dedos de la mano son diferentes, así de diferentes son cada persona y es erróneo utilizar un solo sistema educativo para todos.

Es un grave error del que yo personalmente he sido víctima, por eso aplaudo y apoyo metodologías educativas diferentes como Montessori, por ejemplo.

Actualmente trabaja en Gepetrol, en el Departamento de Comunicación, Imagen y Relaciones Públicas.

¿cómo ha sido tu vida como mujer en la sociedad? Tu condición de mujer ha marcado algún acontecimiento de tu vida positiva o negativamente?

Mi vida como mujer en la sociedad siempre ha sido dura, tanto en Europa como en Guinea Ecuatorial. En Europa, el racismo (abierto o callado) siempre estuvo presente. La orientación que recibí de mis padres (y el mejor regalo) fue el de centrarme en mis estudios para poder tener una vida digna. Los estudios y el espíritu de trabajo me sirvieron para conseguir acceder al mercado laboral, pero una vez allí, me di cuenta muy pronto, que yo debía trabajar más que el resto de la gente que me rodeaba para poder seguir subiendo a nivel profesional y para poder romper ese “techo invisible” que existía para mí por ser de raza negra y por ser mujer.

En Malabo, por ser mujer y profesional, venida de fuera, tuve que romper poco a poco los estereotipos machistas de que una mujer profesional estaba limitada entonces profesionalmente a ser una secretaria. Algunos incluso se sentían intimidados en cuanto abría la boca y comenzaba a hablar.

A muchos les resultó muy extraño ver a una mujer que sola, vino con su dinero a montar la primera empresa registrada de traducción e interpretación en Guinea Ecuatorial.

Como nota positiva, es saber que a través de las varias funciones y los sitios en los que he trabajado y continúo trabajando, ofrezco un modelo a seguir a las jóvenes y que he podido ayudar a muchas, en diferentes áreas de sus vidas. Es un maravilloso legado el poder impactar positivamente en la vida de las personas que se cruzan en nuestro camino.

¿cuáles han sido tus mayores retos en la vida?
Mi vida ha sido siempre un campo de batalla, con muchos cambios y desafíos…pero por mencionarte uno, creo que el mayor reto fue el shock cultural por el que atravesé al dejar Europa y regresar a Malabo. Salí de Guinea Ecuatorial con 5 años y regresé con treinta y tantos…¡La curva de aprendizaje cultural fue brutal!, pero gracias a Dios, con mucho esfuerzo y a veces con lágrimas, fui ajustándome y encontrando mi sitio.

¿El trato recibido de tu familia justifica el alcance que has tenido en sociedad?

Yo diría que la educación recibida en casa, los valores inculcados por mis padres como por ejemplo: esforzarme siempre en hacer el trabajo lo mejor posible, el ser íntegra, decir siempre la verdad, sin importar las consecuencias, no coger lo que no es mío, ser leal, ser autónoma, financieramente independiente y seguir siempre adelante aunque tenga miedo… han sido herramientas que mis padres pusieron en mi para equiparme lo mejor posible para la vida que iba a encontrar una vez que saliera de casa. En Europa, la vida no es nada fácil para los negros. No es como aquí que hay un sistema de apoyo familiar. En Europa, estás sólo. Es un “sálvese quien pueda”. Así que, si no eres fuerte, moral y mentalmente, tu supervivencia y éxito no están asegurados.

¿Hasta ahora Cuáles han sido tus proyectos a lo largo de la vida? ¿Algún proyecto futuro?Inicialmente, mis proyectos estaban centrados en torno a mi vida profesional, es decir, buscaba capacitarme más, buscaba escalar en lo profesional y financieramente, y sobre todo mantenerme muy competitiva, como es costumbre en Europa, pero al llegar a Malabo y a medida que interactuaba con las personas, mis prioridades fueron cambiando a lo largo de los años. Descubrí que tenía mucho que ofrecer a todo aquél que quisiera aprender. De manera natural, tengo un espíritu de servicio y me gusta enseñar. En cualquier lugar donde mi carrera profesional me ha llevado, siempre he querido impactar positivamente en los que me rodean.
Aunque se está avanzando poco a poco, las mujeres y los hombres de Guinea Ecuatorial necesitan recibir mucha capacitación, tanto profesional como moralmente. La desestructuración de las familias que vemos hoy en día, está creando problemas generacionales muy importantes y creo que es necesario enfocar nuestros esfuerzos, especialmente en los jóvenes porque son el futuro de nuestro país y en las mujeres porque son los pilares de las familias.
Estoy sirviendo actualmente como Líder de las mujeres en mi iglesia, Piedra Viva Internacional, y confío que un día pueda establecer un centro integral de formación de chicas jóvenes y mujeres para formarlas tanto moral como profesionalmente.

Cuál es tu actitud ante un proyecto que no resulta como esperabas?

Si el resultado ha sido negativo, me sentaré a evaluar en dónde fallé y lo pondré en el saco de la “experiencia” como lección aprendida.
Si el resultado ha sido mucho más positivo de lo que esperaba, miraré a ver cuáles han sido las circunstancias que hayan hecho posible ese buen resultado que no esperaba, y lo mediré para poder volver a replicarlo y obtener el mismo buen resultado.
Muchas mujeres piensan que para alcanzar ciertos objetivos debes realizar algunos sacrificios, ¿qué opinas sobre eso?
Es cierto, y estoy totalmente de acuerdo. He tenido muchos ejemplos de esto a lo largo de mi vida profesional. Sin ir muy atrás, como empresaria, por ejemplo, hay que hacer muchos sacrificios, tienes que trabajar muchas horas porque hay gente que depende de ti. Hay veces que tus amigos y familiares están disfrutando de la vida, relajados y felices y tienes que estar delante del ordenador trabajando por horas para que el cliente que te paga esté contento con el trabajo que ha pedido.

¿Cómo compaginas el trabajo con tu vida familiar?
¡Con muchos desafíos para gestionar el tiempo!
Tengo la gran bendición de tener un entorno familiar que me ayuda a poder ejercer como mujer, madre, empresaria, ministra de Dios y enseñante/consejera.

¿Quién es tu mayor inspiración?

Mi madre, por su espíritu inquebrantable, por sus ganas de vivir, su resilencia, su capacidad para atravesar desafíos y para trabajar y su inamovible fe en el poder de Dios.

¿Cuál es el mayor valor que como mujer te gustaría transmitir a otras mujeres?

El valor que me gustaría transmitir es el del amor. No hablo de amor de telenovela, sino de un amor intencional, como una mentalidad, con poder para traer una transformación positiva a toda situación. El amor todo lo puede. Es el arma más poderosa que disponemos los seres humanos y nadie puede resistirse al amor verdadero, puro y genuino. Si uno ama, no puede hacer daño al prójimo.

Muchísimas gracias Concha Esuba por aceptar nuestra entrevista

Muchas gracias AhoraEG.

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