Muere una mujer y salen gravemente quemados su madre y su hijo en un incendio producido en el barrio Cotrín

La familia se encuentra actualmente en el hospital de Sipopo con una factura de 13.500.000 francos a la que no pueden enfrentarse. Por lo que, piden a la población que les apoye económicamente.

El pasado 31 de agosto en el barrio Cotrín, Sampaka, se produjo un incendio en el que se vio afectada la mayor parte de los miembros de la familia y el vecino que fue llamado para socorrer a los afectados.

Alrededor de las 3 de la tarde, en la casa de Fuster se dieron cuenta de que no quedaba gas y salieron por ello. Según las declaraciones de Fuster, la bombona que les vendieron no estaba en condiciones, tenía una fuga y su familia no se dio cuenta; por lo que pusieron la bombona en casa. En poco tiempo, la casa comenzó a desprender olores a gas y salieron a avisar al vecino para que les socorriera.

Para evitar males mayores, la señora de la casa decidió desenchufar todos los aparatos eléctricos, empezando por la nevera. Saltó la chispa, con la que se produjo el infortunio y la madre fue la primera en comenzar a arder. «El fallo que hicieron cuando fueron a buscar al vecino es desenchufar la nevera. En la casa estaban la difunta, su mamá, los niños y el vecino», comenta desolado el padre de familia.

Mientras los demás miembros de la familia se escapaban del fuego, se resbalaron y el fuego les alcanzó dejándoles graves quemaduras en todo el cuerpo «como este día llovía, la lluvia les ayudó a apagar el fuego. Me llamaron que tu familia ha sufrido un accidente», continúa comentando.

Niño de 3 años en el hospital de Sipopo tras las quemaduras provocadas por el incendio

A los tres afectados (el niño de tres años, la madre y la abuela materna) se les trasladaron a las urgencias del hospital general y por la gravedad del caso les trasladaron a Sipopo, donde ingresaron en la UCI a la abuela y especialmente, a la madre que había sufrido los efectos del fuego tras saltar la chispa. Cinco días después, ésta murió y se firmó el acta de defunción. Al niño se le puso en pediatría, pero bajo cuidados estrictos por toda la inhalación de humo y las quemaduras que tuvo.

La deuda en Sipopo es de 13.500.000 y la familia no puede afrontar los gastos hospitalarios, tampoco tiene para sacar a la difunta del depósito. «Nuestro familiar se ha muerto y han retenido el cuerpo hasta que se paguen las facturas. No tenemos medios, por eso, pedimos a todo aquél que pueda ayudarnos que nos eche una mano», dice Fuster. Contacto de la familia: 222 687 746

 

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