Este miércoles, 30 de noviembre, ha tenido lugar en el Juzgado de Instrucción Número ll de Malabo la primera audiencia del caso sobre el abandono de un bebé en el pabellón de maternidad del hospital regional de Malabo. Según ha informado la jueza, Camila está acusada de un presunto delito de abandono de menores y ha ordenado prisión preventiva para ella.
Este medio ha hablado en exclusiva con la magistrada que lleva el caso, quien ha contado que el caso está siendo investigado y por el momento, la implicada se ha retractado de la primera declaración que dió el 29 de noviembre, donde señaló a su hermano mayor como el padre de dos de sus hijos. En la declaración ante la jueza, Camila contó que su hermano, paralítico, que actualmente tiene 43 años, lleva abusando sexualmente de ella desde que tenía 16 años y fruto de estas violaciones tuvieron tres hijos: dos gemelos (uno de ellos murió) y la recién nacida abandonada en el hospital el pasado 9 de noviembre. Camila aseguró también en esa primera declaración que al dar a luz su hermano le amenazó con retirarla las ayudas si lleva a la niña a casa.
El hermano, por su parte, también reconoció en la primera declaración haber abusado de su hermanita durante 11 años y añadió que al principio su hermana se resistía, pero luego poco a poco cedió.
Señalar que, a los 20 años, Camila conoció al padre de sus primeros dos hijos, quien la llevó a vivir con ella. Ésta se llevó consigo a su hermano mayor, algo que le pareció raro al novio. Por lo que, en su declaración, el novio aseguró que durante la convivencia notaba un comportamiento raro entre los hermanos, pero para evitar problemas con la familia de su entonces pareja lo pasó por alto.
La familia de los dos, por su parte, aseguró también en la primera declaración que no estaba al corriente de los abusos a Camila por parte de su hermano.
Ayer miércoles, en la segunda vista con la jueza de instrucción, las dos partes se retractaron de sus primeras declaraciones. Camila declaró ante la jueza que todo lo que dijo el día anterior era mentira, que se lo había inventado y el hermano también hizo lo mismo. Por lo tanto, según la magistrada, no se le puede acusar al hermano de ningún delito al no haber pruebas en su contra. De momento, el juzgado sigue investigando el caso.