Microsoft ha trabajado durante seis años en su nuevo sistema operativo Windows 11. Esta actualización será compatible con las CPU Intel 8th Gen Coffee Lake o Zen 2 en adelante, por lo tanto, millones ordenadores que se vendieron con el lanzamiento de Windows 10 se quedarán anticuados.
Generalmente, la compañía no aplica requisitos de procesador específicos con Windows. Por ejemplo, tanto el Windows 8 como el 10 solo requerían un procesador de 1 GHz, 1 GB de RAM (2 GB para 64 bits) y 16 GB de almacenamiento (20 GB para 64 bits).
Sin embargo, el nuevo sistema operativo parece que cambiará la norma. Windows 11 podrá funcionar en CPU Intel 8th Gen Coffee Lake o Zen 2 en adelante y será compatible con TPM 2.0 (Módulo de Plataforma Segura), 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento.
Tras la presentación del Windows 11, Microsoft volvió a explicar el lunes 28 de junio sus requisitos de hardware para acceder a la nueva versión. Estos requisitos parecen ser el principal impulsor de una mejora en la seguridad, ya que habilitará un BIOS más moderno (UEFI), que permitirá un arranque más seguro, y un TPM 2.0 (Módulo de Plataforma Segura).
Si combinamos TPM con las tecnologías de Windows 11, contamos con una ventaja de seguridad. Según Microsoft, Windows Hello, una seguridad basada en virtualización, una integridad de código protegida por hipervisor, un cifrado de dispositivos y un arranque seguro reducen la entrada de un malware al 60%.
Por lo tanto, la decisión de Microsoft de forzar a los usuarios de Windows 11 a contar con TPM, un arranque seguro y demás, está justificado si se quiere contar con dichas mejoras. Sobre todo ahora, que los ransomware atacan cada vez más.
Microsoft apuntó en su comunicado que probarán el Windows 11 “en Intel 7th Gen y AMD Zen 1”. No obstante, también explicaron que “los dispositivos que ejecutan en Intel 6th generation y AMD pre-Zen» no cumplen con los requisitos mínimos.
Millones de ordenadores a la basura
Varios expertos en el tema han señalado que estos requisitos supondrán un desecho innecesario de ordenadores, ya que muchos consumidores cambiarán de portátil para contar con uno que ejecute Windows 11.
Kevin Beaumont, experto en seguridad que trabajo casi un año con Microsoft, ha criticado los requisitos de hardware de Windows 11. “Las organizaciones están sufriendo, con una escasez global de chips, Microsoft está tratando de que la gente reemplace cosas por razones de seguridad que son cuestionable”, comenta Beaumont.
Noah Bailey, experto en Tecnología de Sistemas Informáticos, ha opinado que se “creará una cantidad increíble de residuos electrónicos debido a sus especificaciones arbitrarias de CPU [las de Windows 11]”.
“Deberíamos extender la vida útil de las máquinas existentes tanto como sea posible en este momento -continúa Bailey-, alentar a la gente a comprar nuevas computadoras en este momento es irresponsable”.