Entre la clandestinidad y las ansias de desahogo, las playas de Malabo registran una tímida afluencia

Todavía no es oficial la apertura de las playas según el decreto de la entrada en la segunda fase de desconfinamiento, pero la angustia de ver pasar por delante el verano, podrían ser la tónica de que muchos ciudadanos saltasen la norma para darse un chapuzón y despedirse de un verano atípico.

Entre la clandestinidad y las ansias de desahogo, las playas de Malabo registran una tímida afluencia

Todos los sectores se han visto afectados de forma negativa por la incidencia que la pandemia del coronavirus Covid-19 ha dejado, incluso sigue marcando en muchos de ellos; tal es el caso del sector turístico, que se ha visto afectado por las medidas de confinamiento total y parcial que se han impuesto en los países en evitación de la propagación de una pandemia que inició en diciembre y que ocho meses después, sigue copando la actualidad internacional.

El turismo, que siempre tiene su apogeo en los meses de verano (junio, julio, agosto y septiembre), este año está viviendo una etapa poco recordada. Playas cerradas, discotecas, bares, lugares de ocio etc.).

En el inicio de la segunda fase de desescalada, dentro de la reapertura gradual hacia una nueva normalidad, el Comité Político, por recomendación del Comité Técnico de Lucha y Vigilancia al coronavirus, volvió a restringir el acceso a las playas en evitación de la mencionada propagación de la enfermedad, ya que sería difícil la implementación y seguimiento de medidas que pudieran garantizar el distanciamiento social, entre otras.

Pero en este momento, sobre todo en los fines de semanas se registra una tímida afluencia de ciudadanos que prefieren saltarse dicha restricción para darse un chapuzón y despedirse de un verano desigual lastrado por el coronavirus. En playas como la de Arena Blanca de Luba, la improvisada playa situada al lado de la reconocida Playa de Sipopo, (conocida ordinariamente como Collet la Petite) y la de Abilio Balboa ubicada en la ciudad de Riaba, registran desde los viernes al domingo, la presencia de ciudadanos en estos lugares ya va siendo habitual desde hace semanas.

El cierre de playas hasta la fecha, también resulta ser una pesadilla para los comerciantes de sus alrededores, que llevan meses sin poder reiniciar sus negocios (bares, vendedores ambulantes de comida y ropa interior, pescadores, entre otros), quienes todavía se lidian con el calvario de vivir prácticamente sin ingresos.

El anuncio del posible cambio a la tercera fase pronunciada en el día de ayer por el Vicepresidente de la República, Teodoro Nguema Obiang Mangue, quien preside el Comité Político, se perfila como una luz al final del túnel, tanto para los comerciantes ambulantes de las playas, como para los ciudadanos que entre la clandestinidad y las ansias de desahogo, ya han empezado a circular en las playas de Malabo.

 

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