La idea de la creación de un centro de fertilidad en el país parte hace 5 años; se retrasó por el Covid y actualmente lleva aproximadamente un año y medio con la fecundación in vitro. Nace también como un centro universitario con el objetivo de dar formación a los ecuatoguineanos en las diferentes especialidades.
A día de hoy, 150 pacientes son los que ya han pasado por el proceso de fecundación in vitro en este centro. Esta noticia ha sido dada por el presidente de Arpa Médica y por Jesús Lázaro, jefe de Servicios Ginecológicos del Hospital Universitario Ramón y Cajal de España.
Es una cifra bien confirmada, ya que para la fecundación in vitro, el centro es auditado por la Sociedad Quality Control (QC), que es la sociedad que se encarga del control de calidad de la fecundación in vitro. También son auditados por la Comunidad de Madrid, que revisa todos los laboratorios y pidiendo constantemente las historias clínicas.
La función de estas auditorías es para analizar y verificar si estos embarazos son reales o no, si se han producido por una técnica de fecundación in vitro o se han quedado embarazadas a través de sus parejas; como pasa a veces que dentro del concurso del ciclo, la mujer se queda embarazada por su pareja y el centro se lo toma como un éxito de ellos; entonces, éstos son los errores que trata de evitar tanto Quality Control, como la Comunidad de Madrid.
Posteriormente, Ignacio Palomo considera que esta cifra es baja y que no se está llegando a la totalidad de la población del país ni a nivel internacional y que los esfuerzos deben redoblarse para aumentar esta cifra.