Tres de cada cuatro adultos en todo el mundo se vacunarían contra el COVID -19

En una nueva encuesta realizada por el Foro Económico Mundial e Ipsos entre casi 20.000 adultos de 27 países, el 74% de los encuestados dicen que tienen la intención de vacunarse contra COVID-19.

En general, el 74% de los adultos encuestados estuvieron de acuerdo en que si hubiera una vacuna COVID-19 disponible, recibirían la inyección. (37% muy de acuerdo y 37% algo de acuerdo), mientras que el 26% dice que no está de acuerdo.  Los países con mayor intención de vacunación contra COVID-19 son China (97%), Brasil (88%), Australia (88%) e India (87%). Aquellos donde es más bajo son: Rusia (54%), Polonia (56%), Hungría (56%) y Francia (59%). En la mayoría de los países, hay significativamente más personas que están de acuerdo que las que no están de acuerdo (más de 50 puntos porcentuales en 12 de 27 países).

Según Arnaud Bernaert, jefe de iniciativas de salud en el Foro Económico Mundial “La falta de confianza del 26% en la vacuna es lo suficientemente significativa como para comprometer la efectividad del despliegue de una vacuna contra COVID-19. Por lo tanto, es esencial que los gobiernos y el sector privado se unan para generar confianza y garantizar que la capacidad de producción cumpla con el suministro global de un programa de vacunación COVID-19. Esto requerirá la cooperación entre investigadores y fabricantes, así como acuerdos de financiación pública que eliminarán las restricciones de acceso a la vacuna ”.

Expectativas de disponibilidad de vacunas este año

En los 27 países, el 59% de los encuestados no está de acuerdo con que “una vacuna COVID-19 estará disponible antes de finales de 2020. Aquí nuevamente, China se destaca por su optimismo, con el 87% de los encuestados esperando que una vacuna esté lista este año. El porcentaje también es alto en Arabia Saudita (75%) e India (74%). Por el contrario, el escepticismo prevalece en Alemania, Bélgica, Japón y Polonia.

Razones dadas para rechazar la vacunación

La razón mencionada con más frecuencia para no querer ser vacunado es la preocupación por los efectos secundarios, seguida de la eficacia percibida de la vacuna. Varios países también creen que no están lo suficientemente en riesgo y algunos de los cuestionados están en contra de las vacunas en general.

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