El Real Madrid cayó derrotado ante el Levante (1-2) en un partido que jugó con un hombre menos durante más de ochenta minutos por la expulsión de Militao y entierra todavía más sus esperanzas de pelear por LaLiga. El equipo blanco, lastrado por sus numerosas bajas, se adelantó en el marcador por mediación de Asensio pero la inferioridad numérica, el cansancio, y el buen hacer del Levante terminaron fundiéndolo en el tramo final. Roger Martí enmendó su error desde el punto de penalti y el cuadro de Paco López asaltó Valdebebas para hacer más profunda la herida de un Madrid sin rumbo.
La expulsión de Militao en el minuto 9 echó por tierra el planteamiento inicial del Madrid y condicionó el devenir del encuentro. El central brasileño encadenó su tercera titularidad consecutiva por primera vez pero se pegó un tiro en el pie a las primeras de cambio. Midió mal en su carrera con Sergio León, atropelló al delantero y se fue a la calle para convertir el partido en un marrón gigantesco para su equipo. Medié Jiménez le enseñó la amarilla en primera instancia pero rectificó su decisión tras consultar la acción y le enseñó el camino de los vestuarios.
El Madrid resolvió el entuerto situando a Casemiro como central y formó una línea de cuatro centrocampistas con Kroos y Modric de doble pivote y Asensio y Hazard en las alas. Mientras ambos equipos se acomodaban al nuevo escenario, un pase de exterior de Toni Kroos descerrajó a la defensa granota para citar a Asensio con Aitor, donde no perdonó el mallorquín para anotar el 1-0 (13’). El Levante reclamó penalti de Mendy a Melero en la acción previa por un codazo del francés en un balón dividido pero el colegiado finalmente dio validez al tanto del Madrid.
El gol de Asensio permitió al Madrid gestionar la inferioridad numérica dando un paso atrás para ceder la iniciativa al Levante, que interpretó enseguida que lo reclamaba el partido era un ejercicio de paciencia para asaltar Valdebebas. El equipo de Paco López no se apuró, se adueñó del cuero, hizo ancho el campo y empezó a castigar al Madrid percutiendo por las bandas. Morales torturó sin piedad a Odriozola, incapaz de cortar la hemorragia que se abría en su carril. El vasco evidenció por qué es la última alternativa del Madrid en el lateral derecho. Carvajal, Lucas y Nacho, ausentes por lesión, hicieron bueno al ex de la Real Sociedad.
En pleno asedio levantinista, Casemiro puso un balón a Asensio pero el extremo se enredó en la definición y perdonó el 2-0. El Levante fue creciendo con el paso de los minutos y tras varias intervenciones de Courtois, Morales castigó el cerrojazo blanco. Miramón recibió en la derecha, levantó la cabeza y encontró al Comandante en el segundo palo, que le comió la tostada al nefasto Odriozola para poner el 1-1 de volea con un remate espectacular (31’) imposible para Courtois.
El Madrid salió con otro aire en la segunda parte, sabedor de que la victoria pasaba por dar un paso al frente y renunciar a la especulación. La firmeza blanca en el arranque de la reanudación pilló por sorpresa al Levante, tibio en defensa y despistado con el balón. A punto estuvo de castigar su ternura el Madrid, pero Benzema, con todo a favor, erró un disparo franco tras una gran recuperación de Kroos en la salida de balón granota (52’).
Bettoni quiso dar aire al ataque del Madrid dando entrada a Vinicius por un desaparecido Hazard y el movimiento le pudo salir muy caro, pues el brasileño, al minuto de ingresar en el terreno, cometió un penalti imprudente sobre Clerc. Courtois, sostén del Madrid este curso, detuvo su primer penalti del curso a Roger para mantener las constantes vitales de un Madrid cada vez más cansado.
La oportunidad perdida aturdió al Levante y revitalizó al Madrid, más centrado en evitar despistes en la retaguardia para tratar de buscar alguna llegada a la contra. Sin embargo, en una gran jugada de estrategia de los granotas permitió a Roger sellar la remontada (77’) tras una buena asistencia de Bardhi.
El gol del Levante sepultó definitivamente al Madrid, sin fuelle ni fútbol para reaccionar al 1-2. La derrota deja al equipo de Zidane muy tocado y con el título de Liga como una quimera imposible.