Camerún, la única selección en la CAN sin casos de COVID aprovecha la impotencia de Comoras para clasificarse a los cuartos de final

12 casos de coronavirus, con un portero improvisado y una tarjeta roja en el minuto 7, las Comoras hicieron temblar a Camerún hasta el final 2-1.

La selección de las islas Comoras ha abandonado el torneo continental con la frente en alto. Aunque jugando con un jugador de campo bajo los palos, las Comoras sólo cedieron por un gol de diferencia (2-1) ante el país anfitrión, «bastante favorecido desde el inicio de la Copa» como lo señalan diferentes medios de comunicación.

La primera ronda de 16 de una CAN para las Comoras definitivamente ha pasado a la historia. Para esta pequeña nación del océano Indico, vecina del departamento francés de Mayotte, el encuentro del lunes ante el ogro camerunés parecía un largo calvario (2-1).

Un calvario que comenzó antes del partido cuando el equipo quedó atrapado en un atasco en Yaundé. En un video, dónde se veía  a los jugadores amarrándose los tobillos en el autobús.

Además de la increíble historia donde las Comoras no pudieron alinear un portero profesional, pese a los tres presentes en su lista, jugaron 83 minutos en inferioridad numérica tras la expulsión de Abdou (7′) por pisar el tobillo de Ngamaleu.

Antes del encuentro, el verdadero psicodrama giraba en torno al embrollo sobre la presencia o no de un portero profesional en la selección de las Comoras. Si no hubo disputa por la ausencia por lesión de Salim Ben Boina, que juega como amateur en el Endoume Marsella (N 3, 5ª división), golpe en el brazo ante Ghana.

La controversia ha crecido con respecto a la ausencia de Moyadh Ousseini y Ali Ahamada quienes dieron positivo por Covid-19. Este último había dado positivo por coronavirus antes de volver a dar negativo la mañana del partido. Al igual que Túnez, que obtuvo una dispensa de la CAF para Khazri, que entró en juego el domingo en la victoria ante Nigeria (1-0) menos de cinco días después de dar positivo en un test de Covid, las comoranas pensaron que podían hacer lo mismo.

Pero CAF se mostró intratable debido a una nueva regulación. Las autoridades continentales han publicado una directiva que obliga a un jugador positivo a permanecer cinco días aislado. «Dado positivo el 22 de enero, el jugador comorano deberá esperar cinco días antes de hacerse la valoración post-Covid-19 y volver al partido tras el visto bueno de la comisión médica», explica un portavoz de la CAF.

Sin control positivo entre los cameruneses

Para la nación número 132 del mundo, la tarea prometía ser imposible. Para compensar estas ausencias, Jean-Daniel Padovani, entrenador de porteros, eligió a Chaker Alhadhur, defensa del AC Ajaccio (Ligue 2). El jugador de 30 años (ex Nantes, Bayona, Caen y Châteauroux), recordará este partido durante mucho tiempo.

Con un gol de Toko Ekambi, el Ajaccien perdió (1-0, 29). Como un auténtico portero, desde su altura de 1,72 m, Alhadhur desvía con el pie un cabezazo de Ngamaleu (48º) y realiza una doble parada ante Aboubakar y Ngamaleu (53º). En cambio, no puede hacer nada ante Aboubakar (2-0, 70º). Antes M’Changama salva el honor con una falta de 30m (2-1, 81) y sacude hasta el final a los cameruneses.

«Sabíamos que iba a ser complicado», dice Chaker Alhadhur, al micrófono de beIN Sports. Ni siquiera sé si en la historia del fútbol, ​​si alguna vez ha habido este tipo de evento. Sabíamos que iba a ser complicado. Yo, solo retendré lo positivo de esta CAN. Podemos salir con la frente en alto, muy orgullosos y con dignidad de esta competencia.

Para Camerún, que el sábado se enfrentará en cuartos a la sorprendente Gambia, vencedora un poco antes de Guinea (1-0), se abre el camino real hacia el título. Más sorprendente aún, el país anfitrión es el único de los 24 clasificados para esta CAN que no ha tenido jugadores afectados por el Covid-19.

Otra polémica comentada por el seleccionador de las Comoras, Amir Abdou, colocado en aislamiento, siendo positivo por Covid pero sin síntomas: «¿Necesitan eso contra nosotros? Lo gracioso es que mientras hacía las pruebas le sacaba fotos y con una sonrisita, esa sonrisa que te dice: algo está pasando. Ya lo he experimentado. El PCR puede convertirse en un arma más para un país o un club».

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