La FIFA ha comunicado este viernes a la Federación Ecuatoguineana de Futbol (FEGUIFUT) su expulsión del Mundial de 2026, como castigo a los reiterados impagos de la de deuda de más dos millones de euros que tiene contraída con los entrenadores Miguel Ángel Pozanco y Esteban Becker.
Según fuentes, el comunicado recoge asimismo que Guinea Ecuatorial no será incluida en el sorteo de las rondas clasificatorias para la cita que tendrá lugar dentro de cuatro años en EEUU, México y Canadá. Dicho sorteo se celebrará en julio de 2023, por lo que FEGUIFUT cuenta con un margen de un año y medio para saldar su deuda y evitar este castigo.
Esta decisión llega en un momento de euforia para el fútbol ecuatoguineano, que en la reciente Copa África de Naciones alcanzó los cuartos de final tras dos ediciones ausente. Era su tercera participación en la historia en este torneo y la primera con clasificación deportiva, ya que en las dos anteriores había ejercido de anfitrión.
La deuda de FEGUIFUT con Becker y Pozanco tiene su origen en el año 2017, cuando se produce un cambio de dirigentes en el Gobierno y la federación y ambos fueron despedidos con cerca de dos años por delante con contrato en vigor. Los dos entrenadores españoles acaban reclamando el pago a FIFA, que les da la razón en sus reclamaciones, obligando a FEGUIFUT a liquidar la deuda. El Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), al que recurre la federación africana, refrenda la obligación de pago formulada por FIFA.
Ultimátum
Esto ocurrió hace más de un año, durante el que FIFA, entidad que debe velar por el pago de la deuda, lanza varios ultimátums a FEGUIFUT para que satisfaga las cantidades (con sus intereses) que debía a Becker y Pozanco.
El último de esos ultimátums amenazaba a Guinea Ecuatorial con su expulsión del Mundial de Qatar 2022, pero la fecha de vencimiento del plazo era un día después de su eliminación deportiva para dicha cita. Una secuencia absurda que FIFA no solo conocía, sino que consintió.
Una vez que la selección quedó fuera del Mundial de 2022, los dirigentes ecuatoguineanos dejaron de lado las negociaciones, conscientes de que la amenaza que pesaba sobre ellos quedaba ya sin efecto.
Dos meses después, FIFA por fin ha retomado el caso dejando los ultimátums al margen y aplicando una decisión definitiva: o Guinea Ecuatorial paga a Becker y Pozanco antes de julio de 2023 o se quedará fuera del siguiente Mundial.