Los problemas de la piscina olímpica de Malabo: De las 6 bombas de agua solo funciona una

Los casos de fuga y la falta de bombas de agua que adolecen estas instalaciones deportivas siguen sin revisarse desde hace varios años.

La Federación Ecuatoguineana de Natación (FENA), al frente su presidente, Antonio Andomo, asistido por la inspectora de deportes, Matar Mangue, presentó ayer martes el material deportivo donado por la Federación Internacional de Natación (FINA) como parte de apoyo a la campaña que la FENA tiene previsto iniciar en el país, con el fin de que los atletas tengan un material que favorezca su actividad. Desgraciadamente, las instalaciones de la piscina de Malabo siguen sin reunir las condiciones apropiadas.

La piscina olímpica de Malabo lleva sin un mantenimiento exhaustivo de su maquinaria desde 2018, mas allá de las revisiones superficiales realizadas por Bouygues Bâtiment International como empresa adjudicada para su mantenimiento. A día de hoy, esta piscina tiene problemas de diversa índole: una gran fuga de agua porque la alfombra que se instaló en el piso ya no aguanta, motores averiados y oxidados y las máquinas para el análisis y desinfección de agua hace tiempo que se estropearon y fueron desconectadas, todo esto por falta de revisiones periódicas.

Responsables de la FENA aseguran que la empresa de mantenimiento no prestó atención a la piscina para su mejor funcionamiento, incluso las bombas de agua que expulsan y las que absorben el agua en la piscina no son suficientemente potentes. De las seis máquinas instaladas, tres para enviar agua y otras tres para vaciarla, solo funciona una.

A pesar de que en octubre de 2020, medios informativos nacionales informaron de que el Gobierno podría rehabilitar la piscina olímpica del polideportivo de Malabo tras permanecer más de dos años en ruinas, a fecha de hoy la situación sigue igual. “Por eso ahora no podemos trabajar como debe ser, la falta de agua nos imposibilita trabajar porque no lo podemos hacer a tierra firme”, ha manifestado el presidente de la federación, Antonio Andomo.

Según la información que maneja esta redacción, Bouygues Bâtiment, como empresa constructora, no permitía a otras sociedades asumir el mantenimiento. Sin embargo, también se ha sabido que  la empresa  hizo la entrega de llaves al ministro de Educación, Enseñanza Universitaria y Deportes por impagos, señalando que ya no podía seguir manteniendo a su personal. Ahora la intención es adjudicar este proyecto a una empresa nacional de mantenimiento.

No obstante, lo más importante ahora para la FENA es buscar maneras para que las bombas puedan funcionar, ya sea a través del gobierno o cualquier proyecto, para reactivar sus proyectos deportivos.

 “Hemos tenido un apagón por esta situación”. Apagón que les llevó a aventurarse económicamente para preparar a los atletas en Senegal para los Juegos Olímpicos de Tokio, aunque el tiempo tampoco fue justo, teniendo en cuenta que un atleta debe prepararse durante un año de manera ininterrumpida. “Para que haya deporte y tener buenos deportistas hace falta invertir,  no una inversión de justificación de simple cumplido”, señaló Antonio Andomo.

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