El fraudulento proceso selectivo de los empleados nombrados recientemente en la administración de puertos, y de las empresas de mantenimiento contratadas por la administración portuaria, ha constituir el principal tema de este jueves, 25 de agosto, en la reunión que ha mantenido el Vicepresidente de la República con la nueva directiva de este sector.
Durante el encuentro en el que también ha asistido el Primer Ministro del Gobierno, Francisco Pascual Obama Asue, Nguema Obiang Mangue, ha cuestionado cómo se puede nombrar a más de 400 empleados sin ningún riguroso filtro que evalúe su capacidad y experiencia. Por ello, ha ordenado con efecto inmediato el cese de todo el personal reclutado, después de los últimos nombramientos, con el propósito de que se vuelvan a ofertar los puestos basándose en un criterio más riguroso y legal.
El Vicepresidente ecuatoguineano ha mostrado su indignación ante la predisposición que tiene el director de puertos de firmar acuerdos sin realizar una previa consulta. El director ha estampado su firma ya en contratos por más de 200 millones de francos a empresas elegidas por afinidad familiar.
En este sentido, Nguema Obiang Mangue ha indicado al Primer Ministro la creación de, por un lado, un sistema que regularice el movimiento de fondos de los puertos de Guinea Ecuatorial, para una mayor transparencia y la cancelación de todos esos contratos. Por otro lado, ha ordenado que se abra otra oferta para firmas con capacidad de mantenimiento de los servicios portuarios que se ajusten a la norma requerida, e igualmente pasen por un proceso de selección.
El Vicepresidente considera que la falta de una nueva auditoría a los puertos, ha permitido que se crean los mismos sistemas de corrupción colocando a gente no preparada en puestos de trabajo, cuando hay muchos desempleados con la capacidad necesaria para esas funciones.
Nguema Obiang Mangue ha insistido una vez más a la administración portuaria a que evite al máximo que personal sin formación en el sector acceda a esos puestos de trabajo, por afinidad familiar, mientras que profesionales competentes están sin empleos.