Hay de los que han determinado que la pandemia de COVID-19 sólo fue una plataforma para crecer en la vida, dijo el instructor de Técnicas de Ventas y Negociación de Habla Hispana en el Mundo, Alex Dey, al levantar la actitud de las personas que lejos de amedrentar por la enfermedad emprendieron negocios y hoy siguen activos, publicó hace poco www.elheraldodetabasco.com.
Sin duda, la Covid-19 no solo trajo nostalgia a nuestras sociedades, también trajo iniciativas y proyectos como Afiavis de Esther Afiavi Houtondji Nchaso y Juan May Bakale, dos jóvenes ecuatoguineanos que a día de hoy lanzan su primera tienda de prendas, accesorios, personificados con la peculiaridad de que es todo moda africana.
El proyecto Afiavis surge desde la pandemia, «hemos pasado por diferentes etapas, en el momento de lanzar el proyecto, nos formamos a las clases de costura en la Escuela de Lorena en Torrijos-Toledo, y aprendimos sobre este negocio y empezamos a lanzar como todo el mundo. Empezamos con las mascarillas en la época de la pandemia y a partir de ahí decidimos ir creando diferentes productos», detallaba Juan.
Afiavis se presenta como una alternativa para sus clientes, y ofrece ropa, bolsos, accesorios y telas, con diferentes tallas disponibles para hombres, mujeres, niños y niñas. Durante la apertura de la tienda ubicada en el Hotel Castillo de Caracolas en la ciudad de Malabo, los asistentes tuvieron la oportunidad de llevarse varias cosas a precios de promoción por la apertura.
La tienda tiene a su disposición una relación de 10 modelos como colaboradores de diferentes tallas, con los que estarían creando encuentros «donde ellos puedan lucir las prendas, sacar fotografías para su publicación. Ellos aprovechan esas actividades para su catálogo personal y ayudar a la agencia a mostrar sus diseños», nos explicó Juan.
Los interesados que necesitan un diseño de prendas, trajes, chaquetas, pueden hacer su pedido. La tienda también ofrece asesoramiento para ver qué es lo que encaja para cada persona. El espacio en el Hotel Castillo les sirve justamente para mostrar los productos terminados, la toma de medidas y asesoramiento en caso de un pedido personificado.
Aunque ya existen bastantes sastrerías y diseñadores en el país, y en la ciudad de Malabo, creen que pueden ofrecer algo diferente con un toque especial de Afiavis.