Estados Unidos y China se comprometen a seguir cooperando contra el cambio climático

Ambos reconocieron que para que la colaboración sea fructífera deben dejar de lado sus diferencias y fortalecer las relaciones bilaterales

El enviado especial de Estados Unidos contra la crisis climática, John Kerry, y el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, se emplazaron mutuamente en una reunión virtual a “seguir cooperando” para abordar el cambio climático.

El enviado estadounidense se encuentra en la ciudad china de Tianjin tras reunirse el martes con funcionarios japoneses en Tokio para coordinar posturas de cara a la cumbre de la COP 26 que se celebrará en Glasgow (Escocia) del 31 de octubre al 12 de noviembre.

“La cooperación entre China y Estados Unidos en lo referido al cambio climático es la única opción correcta y cuenta con amplias perspectivas de desarrollo. Ahora bien, esta no puede sostenerse si la relación bilateral no mejora”, advirtió Wang, según un comunicado de la Cancillería china.

Para Wang, los dos países han entablado “un diálogo fructífero” sobre el cambio climático, pero deben seguir trabajando para buscar “terreno común” así como para “dejar a un lado sus diferencias”.

“Los grandes errores de cálculo de Estados Unidos han resultado en el repentino deterioro de las relaciones bilaterales en los últimos años. EE. UU. debe dejar de ver a China como una amenaza, debe cesar en su política de contención y represión contra China. La pelota se encuentra ahora en la cancha estadounidense”, agregó.

Por su parte, el departamento de prensa de la Embajada estadounidense en China indicó en otro comunicado que Kerry instó a Wang a que el país asiático tome más medidas para reducir sus emisiones.

“Estados Unidos sigue comprometido a cooperar con el mundo para abordar el cambio climático, algo que se debe tratar con la seriedad y urgencia que merece”, añadió.

El pasado abril, Kerry y su homólogo chino, Xie Zhenhua, se comprometieron a “reforzar la implementación” del acuerdo contra la crisis climática de París, que busca que la subida de las temperaturas medias globales no exceda este siglo los dos grados centígrados y se queden, a ser posible, en los 1,5 grados.

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