La OMS estudia renombrar el virus de la viruela del mono

Los científicos de once países consideran que la denominación actual de esta enfermedad es inexacta y discriminatoria.

Los primeros casos de la viruela del mono se detectaron en África en 1970. Desde entonces, tanto el virus como la enfermedad han sido nombrados con ese nombre, que lleva intrínseco su origen. Ahora, un grupo de 29 científicos de once países ha pedido a la Organización Mundial de la Salud que cambie el nombre a esta patología.

Los firmantes de la carta han expresado que el brote actual es internacional, ya que se han detectado casos en 44 países. Sin embargo, «está bien establecido que casi todos los brotes de viruela del mono en África antes del brote de 2022 han sido el resultado del contagio de animales a humanos y solo en raras ocasiones ha habido informes de transmisiones sostenidas de persona a persona».

Por ello, los científicos aclaran que, en el contexto actual de brote global, «la referencia continua y la nomenclatura de que este virus es africano no solo es inexacta, sino que también es discriminatoria y estigmatizante». Además, cita el uso de fotografías de pacientes africanos con lesiones de viruela como una de las manifestaciones más obvias de esta discriminación.

Por otro lado, los firmantes aclaran que, aunque aún se desconoce el origen del nuevo brote global de la viruela del mono, «existe una creciente evidencia de que el escenario más probable es que la transmisión humana críptica entre continentes ha estado en curso durante más tiempo de lo que se pensaba anteriormente».

En ese orden de cosas, vincular este brote a África, África Occidental o Nigeria sería erróneo.

Propuestas de cambio de nombre de la viruela del mono

En la carta, los 29 científicos sugieren que se crea una nomenclatura para la viruela del mono «que sea neutral, no discriminatoria y no estigmatizante». Con esta idea pretende minimizar los impactos negativos innecesarios que se provocan en naciones, economías y personas por la constante mención a ciertas regiones geográficas.

De hecho, proponen crear un nombre para el brote o clado que se ha extendido a nivel global y no se nombren los que ya sucedieron en África Central y Occidental. «Dado que los virus en este clado se han estado transmitiendo de persona a persona en docenas de países y posiblemente durante varios años, proponemos que esta represente una ruta de transmisión distinta de la de los casos anteriores de viruela del mono en humanos y se le debe otorgar un nombre distinto para que pueda identificarse», comentan.

Además, los firmantes de la carta sugieren que los distintos linajes reciban nombres neutrales, similares a las variantes del SARS-CoV-2. Por ejemplo, las variantes africanas serían A.1 y A.2, y sus linajes se calificarían, por ejemplo, como A.1.1. En ese caso, el brote internacional se llamaría B.1.

Por su parte, la OMS ya se encuentra trabajando con socios y expertos de todo el mundo para cambiar la nomenclatura del virus y la enfermedad de la viruela del mono, y aseguran que realizarán un anuncio al respecto pronto.

Salir de la versión móvil